Empecemos por reconocer y aceptar que la "nueva educación" es una realidad que se quedará por mucho tiempo; irá más allá de la pandemia, aunque tenga formatos alternados como a distancia, semipresencial y/o presencial.
También entendamos que, utilizando las diferentes alternativas de sistemas educativos, pueden establecerse mejores controles de los avances en el conocimiento y evaluar con mayor certidumbre las tareas ejecutadas por los estudiantes para alcanzar el desarrollo de competencias, objetivos que se buscan en cada individuo en la educación actual, como "producto terminal de aprendizaje".
De la forma educativa a distancia se ha escrito en México diversas opiniones, la mayoría calificándola como ineficiente; sin embargo, en algunos casos, no solo ha continuado con el proceso educativo de algunos mexicanos, sino que lo ha mejorado. Algunos han calculado mejoría hasta en un 10%.
En el caso positivo se encuentran instituciones educativas privadas que tienen recursos tecnológicos suficientes, profesores entrenados -al menos en lo mínimo sobre el tema de educación a distancia y uso de plataformas educativas- para administrar las herramientas computacionales y, al otro extremo del binomio educativo, estudiantes que cuentan con equipos computacionales y telefónicos adecuados. Resulta muy preocupante la realidad, al saber que representan a una minoría abrumadora.
En el lado opuesto, las escuelas del estado: la mayoría nunca han contado con las herramientas de tecnología educativa a distancia, siendo insuficientes para ofrecer reales oportunidades de alcanzar buena calidad académica.
La OCDE, nos lo señalaba con su evaluación anual PISA, ubicándonos en último lugar. maliciosamente ¡la cancelaron! para quedar a ciegas; luego, ante el repudio, desistieron.
Las declaraciones de los responsables de la dirección educativa en Coahuila y Durango, lo enfatizan.
José Rosas Aispuro, gobernador de Durango, reconoce lo difícil del reto, advirtiendo que primero deberá controlarse la pandemia.
Cuitláhuac Valdés, subsecretario de Educación en La Laguna de Durango, declaró: "lo importante es trabajar para, en determinado momento, conocer el posible rezago académico que presenten. Si vamos a regresar de manera presencial el próximo ciclo, ¿cómo lo vamos a trabajar? Es una mentira que vamos de acuerdo a los planes y programas de estudio, es complicada esta situación". Advirtió que solamente el 75% de los estudiantes mantienen contacto con sus profesores, forma discreta de informar que el 25% ha desertado.
En Coahuila, el Profr. Higinio González Calderón, Secretario de Educación, comentó: "nosotros esperábamos que los niños aprendieran o tuvieran un rendimiento del 80 por ciento, que dominaran todos los conocimientos básicos; andamos como en 60 por ciento". No da por perdido el año escolar y agregó: "hay niños que no han perdido nada porque son extraordinarios para trabajar con la computadora, les gustan las redes, les gusta el internet y lo tienen; hay otros que ni tienen, aunque quisieran… El 6 es el "panzazo".
Como educador, el profesor Higinio González, sabe de lo que habla; conoce a fondo el proceso educativo -excepción comparada ante muchos politiqueros- y entiende que el reto es grande y difícil de atender por presentar facetas que requieren cuidados extraordinarios.
Lo primero, sin duda, es preparar al elemento humano, que deberá ser suficientemente capacitado en sistemas computacionales, no solo en software, también en teoría y prácticas metodológicas para enseñar a distancia.
El reentrenamiento debe incluir la adecuada disposición del profesorado y sentarse ante el computador para "reaprender el arte de aprender a enseñar". Son preocupantes las conveniencias sindicales.
El reto: encontrar dineros para apoyar al profesorado y que éste cuente con tecnología adecuada en casa. Pienso en los profesores y sus limitados ingresos; ellos deberán incluir pagos de computadoras y servicios de internet en su presupuesto.
En segundo término, no menos importante e igualmente necesario, elaborar un programa de equipamiento computacional y redes de comunicación que den verdaderas posibilidades de aplicar el sistema de educación a distancia y semipresencial; en los casos de asistencia al aula, el recurso quedará como opción para profundizar en la investigación.
Los estudiantes: enfrentar la realidad con responsabilidad; comprender que está de por medio su futuro y equiparlos.
Sus padres: aplicar tiempo para asegurar la estancia de sus hijos frente a la computadora, apoyarlos y supervisar su trabajo "en línea", revisándoles las tareas.
La amenaza real es profundizar en la brecha educativa entre ricos y pobres, quedando como saldo mayor rezago en desarrollo de competencias para el trabajo y capacidad productiva mexicana.
Las declaraciones de las autoridades educativas de Coahuila y Durango, nos confirman su interés para atender los retos y aprovechar la realidad para mejorar en eficiencia terminal. ¿Los dejarán?
Esperemos que los gobernadores apliquen el recurso suficiente y renuncien a las politiquerías ¿lo harán?
Coahuila ya inició evaluaciones con mesas de trabajo; esperemos sean eficientes definiendo el problema y eficaces resolviéndolo, porque bien entienden cuál es el reto. Esperemos las reacciones de Durango.
Ojalá los dejen trabajar. ¿Qué piensa?
