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Marihuanos

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YAMIL DARWICH

Aún no podemos ponernos de acuerdo con el nombre popular que damos a la cannabis, pero ya la autorizó la Cámara de Diputados de México, a la voluntad de los integrantes de Moreno, consecuentemente… Adivine de quién.

Para describir a la yerba -conocida por su baja estatura y sus breves plazos de floración- la Academia de la Lengua define: "Las formas marihuana y mariguana son correctas. La forma de la marihuana se prefiere en el uso culto de todos los países hispanohablantes. Por su parte, mariguana es menos frecuente y solo se emplea en México y algunos países centroamericanos. La forma marijuana es incorrecta".

Su uso como estimulante es conocido desde la antigüedad, también son temidos los cambios psicológicos que inducen conductas orientadas a la agresividad: "estaba mariguano"… "actuó así porque andaba enyerbado", comentarios que repetidamente escuchamos. Recuerde a "la cucaracha revolucionaria", que no caminaba porque le faltaba pa fumar.

En el ambiente médico científico, es criterio común considerarla dañina y que sus efectos provocan cambios psicológicos que transforman a la persona en peligrosa, al no tener pleno dominio de consciencia y consecuentemente actuar.

La dependencia psicofisiológica que genera también es conocida, adicción que exige mayor frecuencia y cantidad; además, es definido su efecto "rampa", favoreciendo que el consumidor acuda a otras drogas, aún más dañinas.

Le comparto algunas opiniones de expertos:

"Se conocen más de mil 200 variedades de la cannabis sativa, más conocida como marihuana; muchos de los híbridos surgieron de países como Afganistán, Nepal, México, India, Estados Unidos y en diversas partes de América Latina", aclara el doctor Fernando Cano Valle, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

El Dr. Fernando Cano Valle, coordinador del coloquio "Bases farmacológicas del consumo de marihuana y su impacto en la protección de los derechos humanos", organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas, mencionó que "la Delta 9 Tetrahidrocanabinol o THC es la principal sustancia activa y se encuentra en todas las variedades. Puede producir cambios psíquicos, sociales y químico-biológicos en el cuerpo; por eso se le considera una droga".

La Dra. María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, afirma: "En México, entre el 13 y el 17 % del total de consumidores dependen de esta droga, pero los jóvenes son quienes más adicción generan" y advierte la importancia de evitar sea utilizada por menores de 21 años. Informa que: "a esa edad su sistema nervioso central no ha madurado y ellos tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades mentales".

Advierte: "El consumo constante de la marihuana puede afectar la memoria, generar déficit cognitivo, cáncer, depresión, psicosis, ansiedad y otros problemas mentales asociados".

Gerhard Heinze Martin, jefe del Departamento de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina UNAM, afirma: "el consumo de esta droga tiene una relación directa con la salud y los problemas mentales, pero antes de tomarla como única causante se debe conocer el estado de salud mental y los factores genéticos y sociales que pudieran desencadenar un trastorno mental, incluso antes de consumirla".

Rafael Mora Garza, del Centro de Integración Juvenil de Torreón, se pronunció en contra de la legalización del uso lúdico que recién avaló la Cámara de Diputados y advierte que, a corto plazo, el consumo de marihuana se asocia con falta de coordinación psicomotriz y aumento del tiempo de reacción.

Agregó: "la marihuana es la primera sustancia de consumo ilegal en La Laguna y en todo el país, y según el CIJ, es una droga que produce rápidamente dependencia y los niveles de su principio activo son mucho más elevados en la actualidad que en los años 60 o 70".

La directora del CIJ en La Laguna de Durango, Patricia Ruvalcaba, advirtió que la legalización del uso lúdico de la marihuana podría disparar aún más su consumo.

Los integrantes de la Cámara de Diputados, aunque prohíben el consumo en menores de 18 años, se escudan en el derecho a la libertad individual y de disponer el consumidor de su cuerpo; olvidan, por ignorancia y/o por malicia, que si bien es cierto que tal beneficio a la libertad debe ser defendido, también es necesario limitarlo por la posible afectación en bienes y la propia integridad de las otras personas.

Al parecer, nuestros diputados ignoraron o alejaron, quizá por motivos electoreros, aquel principio que asentó el filósofo Jean-Paul Sartre, que dice: "Mi libertad se termina donde empieza la de los demás".

Le reconozco que el surrealismo de los diputados ha rebasado mi entendimiento. ¿Cuál será su fin último en la destrucción de salud y bienestar de los mexicanos? ¿Qué está oculto en tan errada decisión?... ¿Buscar votos?

Queda la última contención a cargo de la Cámara de Senadores, que de ratificar la propuesta ampliarán posibilidades para que haya mayor inestabilidad social. ¿Sorprendido?

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