Los padres adoptivos deberán comparecer ante un tribunal a finales de octubre. (INTERNET)
En Salem, Misuri, el pasado 3 de octubre Josie Ann Abney, de 10 años, falleció por la negligencia de sus padres adoptivos, que apenas y le daban de comer.
La niña había ingresado a un hospital luego de sufrir un desmayo. Según Fox News, la menor pesaba apenas 15 kilogramos, la mitad del peso que debería tener alguien de su edad, y estaba tan demacrada y deshidratada, que los médicos no pudieron ni tomar una muestra de sangre para hacerle análisis.
Los huesos de la niña eran visibles y su piel estaba cubierta de magulladuras, detallan los documentos judiciales. Durante la investigación del caso se encontraron en la casa donde la familia de Josie vivía, candados de seguridad para niños en el refrigerador, así como otros alimentos fuera del alcance de la menor. En su habitación sólo había un colchón y una lámpara, además de que también tenía cerradura desde fuera.
Sus padres adoptivos, Randall y Susan Abney, dicen que su hija estaba delgada porque ella misma decidió dejar de comer. Cuando se les preguntó por qué no llevarla al médico, la mujer dijo que "tenía demasiado miedo de lo que pensarían" los demás.
Los padres se encuentran detenidos, con una fianza de 500 mil dólares, 10 millones de pesos cada uno, por cargos de abuso infantil o negligencia en el cuidado de un niño.
