En el Siglo XIX aparecen en Europa planteamientos similares a lo que hoy se conoce como “economía social”, cuya principal preocupación fue cómo contribuir a corregir los desequilibrios socio-económicos producidos por el liberalismo. Los valores que la han inspirado son: equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad social y democracia. Se ha convertido en una alternativa de desarrollo económico, responsable con el medio ambiente.
La economía social puede entenderse como un modo en el que los individuos se organizan para producir, distribuir o consumir bienes o servicios. Incursiona en variados sectores, tales como alimentos y bebidas, artesanías, ecoturismo, actividades culturales, servicios educativos, textiles, ambientales, entre otros.
Este tipo de economía se abre camino en el mundo actual. Es una puerta de entrada al mercado laboral de trabajadores que han sido excluidos, como las mujeres, el adulto mayor, los jubilados, los jóvenes o las personas que no han tenido la posibilidad de acceder a una formación profesional. La propuesta radica en la organización de personas, con necesidades básicas e intereses genuinos por el bienestar social, que generen emprendimientos colectivos para atender una necesidad real. Así, alientan su propio empleo, ponen a trabajar sus talentos y practican la gestión colectiva.
La sociedad cooperativa es una de las formas de la economía social. En ésta se antepone el empleo de los asociados sobre la acumulación de riqueza de una persona o grupo. Las decisiones son tomadas democráticamente; cuida crecer de manera sostenible y en armonía con el medio ambiente. Su contribución a la sociedad es combatir la pobreza, la exclusión y la marginación.
La Ibero Torreón ha puesto en marcha un proyecto que busca contribuir a la transformación económica y social de la región, mediante el empoderamiento de jóvenes interesados en capacitarse para crear colectivos empresariales, bajo la lógica de la economía social. Este acompañamiento es gratuito, pero está condicionado al compromiso, voluntad y entusiasmo del joven para ser formado en temas de emprendimiento, innovación, modelos de negocios y trabajo en red. De este modo, los jóvenes lograrán impactar positivamente en sus comunidades.
Este esfuerzo exige promover proyectos de innovación social que permitan que los colectivos empresariales conformados sean rentables y sostenibles en el largo plazo, tengan una gestión amigable con el entorno; preserven el empleo de sus fundadores y trabajen por el bienestar permanente de su comunidad. Con este tipo de iniciativas, la Ibero trabaja en la generación de oportunidades para los jóvenes y contribuye en la construcción de la justicia y desarrollo social de la región.
