Como juzgar un mandatario
Es muy común que al juzgar un mandatario, esto es su actuación como tal, nos dejemos llevar por la simpatía que nos inspire o por otros factores ajenos a su actuación. Es precisamente, esta actuación, o sea los resultados de su actuar lo que debe guiarnos para formar una opinión de éste y de su desempeño, en México, el periodo de seis años, parece largo, sobre todo si no lo esta haciendo bien, y en Estados Unidos, cuatro años parecen pocos si su actuar es aceptable aunque con la reelección de otros cuatro años, los ocho años son los que esta en el poder, y mas de estos serian demasiados, sobre todo tomando en cuenta si tiene mas de sesenta años, ya que es un cargo que exige mucho desgaste y mas de ocho años no suena razonable. Por otra parte, un presidente de Estados Unidos que dure solo cuatro años, se considera un fracaso.
Concretando sobre el actuar del actual mandatario Donald Trump, ha sorprendido a propios y extraños por su buena actuación, muy a pesar de demócratas y celebridades y burócratas que no le reconocen nada. Enumerare solo unos pocos de los aciertos, ya que son muchos y seria muy extenso: Creación de empleos, sobre todo beneficiando a Afroamericanos y Latinos, la menor tasa de desempleo en muchos años; baja de impuestos que beneficio a muchos al poner mas dinero en manos de estos; beneficio al ejército y lo fortaleció al igual que a los policías y a veteranos del ejercito; por cada nueva regulación que ha introducido, ha quitado mas de veinte, y la mayoría solo quitaban tiempo y dinero para los ciudadanos; muchas empresas han vuelto a invertir en el país, para beneficio de este. En fin, la mejor prueba de que su actuación ha sido buena será su reelección, que doy por descontada, y si no al tiempo. Resumiendo: se debe juzgar como buena, mala o regular de acuerdo con sus obras y no por simpatías o antipatías.
Un cordial Saludo
Raimundo Portilla
Torreón, Coahuila
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Algo más que puramente biológico
“La sexualidad [...] mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte” (Catecismo de la Iglesia n. 2361).
“Los actos [...] con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud. La sexualidad es fuente de alegría y de agrado” (n. 2362).
Ratzinger señaló también, que la aceptación de la práctica de la contracepción y de la homosexualidad son causa de la banalización de la Fe que contemplamos hoy. Vale la pena recordarlo con claridad a los jóvenes; lo haré en uno de los próximos escritos.
JD Mez Madrid
Girona, España.
