(Segunda y última parte)
Los tres colosos de la Morelos, como oí en varias ocasiones referirse a los edificios Monterrey, el Hotel Elvira y el Banco de México en aquellos años, fines del 68' y varios años después, lucían en toda su majestuosidad, sin embargo, se les dejó caer y en la actualidad todos sabemos que fin tuvieron.
En el mismo primer cuadro de la ciudad, lucían majestuosos otros dos hoteles: el Nazas y el Calvete, aunque había algunos más, pero de menor categoría. Sabía que la ciudad contaba con un aeropuerto que era utilizado por muchos laguneros de toda la Comarca y me daba mucho gusto al pensar que ni la capital del estado contaba con uno de ellos.
Recuerdo que llegó a ver muchas líneas aéreas que llevaban a varias ciudades del país, sobre todo, a la Ciudad de México. No recuerdo si ya era internacional. Fui testigo presencial de cómo el canal de riego, enseguida al Boulevard Independencia, se fue rellenando y poco a poco se convirtió en otra rúa más al que se le impuso el nombre de Boulevard Constitución.
Otra cosa que llamaba mi atención era que la presidencia municipal, un templo religioso, los servicios de correo y telégrafos, no se ubicaran en los alrededores de la plaza principal como solemos observar en casi todas las poblaciones del estado y a lo mejor del país, sin embargo, aquí en Torreón, en los alrededores de la plaza, además de los edificios como los colosos de la Morelos, por el lado contrario, la Avenida Juárez lucían tres majestuosos edificios, dos de ellos que funcionaban como bancos y en medio de ambos el Casino de La Laguna, el cual lucía en su frente una placa del año en que había sido inaugurado.
Por el otro costado, se encontraba el Hotel Galicia todavía en muy buenas condiciones, así como un templo religioso, no católico, muy cerca de él. Por el Paseo de la Morelos, aún luce en todo su esplendor el Templo de San Pablo, que en el reciente concurso para elegir los 15 lugares más emblemáticos de la ciudad, quedó en este grupo.
Al Mercado Juárez lo veía con ojos de admiración, y aunque de menores dimensiones, lo comparaba con el Mercado San Juan de Dios en la Perla Tapatía, Guadalajara, Jalisco. En lo que respecta a centros de estudio, tan sólo oía mencionar a la Escuela Pereyra y la Secundaria y Preparatoria Venustiano Carranza, de donde mis compañeros del primer año de la carrera habían egresado.
Así también escuchaba que los que eran de Gómez Palacio habían egresado de la Preparatorio 18 de Marzo y del Instituto Francés de La Laguna. La Universidad de Coahuila, la cual se funda en 1957, a la cual se habían adherido la preparatoria de la Venustiano Carranza y se habían creado aquí en Torreón la Escuela de Medicina, al parecer la de Leyes y Comercio, que habían iniciado en edificios que se habían rentado por diferentes partes de la ciudad.
La Escuela de Odontología todavía tardó algunos años para su fundación. Otros de mis recuerdos era que en 1969 había iniciado con nuevo ayuntamiento municipal, el cual era presidido por un señor de nombre Juan Abusaid.
Otros muy buenos recuerdos que quedaron grabados en mi mente era el que en las casas de asistencia, invariablemente se acompañaba en nuestros desayunos y cenas, con un vaso de leche, pues oía mencionar que la región lagunera se conocía en todo el país por ser una zona productora de productos lácteos.
La época del algodón ya había pasado en los alrededores de Torreón y al parecer se había iniciado la de la vid, pues recuerdo que había un brandy que llevaba el nombre de la ciudad y allá por la Calzada Ávila Camacho recuerdo unos grandes recipientes en forma de torreón y un edificio que se conocía con el nombre de Vitivinícola y que al parecer habían pertenecido a don Nazario Ortiz Garza.
Al parecer, fue a fines del 68' cuando se inaugura el primer centro comercial que llevaba el nombre de Soriana, ubicada por la Avenida Hidalgo, muy cerca de la Alianza. Tuvieron que pasar varios años para que se instalara la segunda por la Calzada Colón (Continuará).
TORREÓN, ¡CÓMO VA CAMBIANDO TORREÓN! / V Por: Dr. Leonel Rodríguez R.
