Los mexicanos siempre están presentes donde su representativo de futbol va a jugar. En Rusia 2018, no será la excepción. (El Universal, AP y EFE)
De nueva cuenta, millones de miradas apuntan hacia el mismo lugar: la fiesta del futbol. Las canchas rusas se convertirán durante 32 días en escenarios de épicas batallas tras un balón.
Son 32 selecciones participantes, 736 guerreros que buscarán la gloria para su país, aunque de antemano mucho saben que las probabilidades son pocas, es el mismo deseo el que los mueve.
Detrás de ellos van miles de esperanzas representadas en aficionados que han viajado kilómetros para acompañar a sus equipos. Un desfile multicolor, multicultural, está por dar comienzo.
Aquí no importa el idioma, ni existe frontera infranqueable, la pasión es la que mueve a las masas.
Y al final, luego de 64 partidos, solo uno será campeón.