(Primera parte)
"No, no sufro de amnesia, sólo me acuerdo de lo bonito y de lo que quiero acordarme. A esto se llama 'memoria selectiva' y es muy saludable tenerla". Mario Benedetti.
Se inicia un nuevo año, el 2017, y deseamos realizar en él lo máximo que sea posible, exprimir cada uno de sus doce meses, de sus 53 semanas y sus 365 días, ya que esa debe ser la meta de cada de los seres humanos. Todos sabemos que no tendremos otra vida, otra oportunidad, de tal manera que ¡manos a la obra!
La periodista Fabiola Pérez-Canedo Herrera, en un artículo publicado a inicios de la segunda semana de diciembre (16) del 2004, titulado: "Hacer lista de propósitos es una actividad positiva", agregando que "siempre es necesario que la gente establezca metas" y estar en vísperas de iniciar un nuevo año, es el momento más preciso para pensar qué es lo que deseamos obtener en cada uno de sus 365 días.
"Si no tenemos metas, si no tenemos a dónde queremos ir, andamos como las personas que se pierden en el bosque, caminamos en círculos, sin rumbo fijo alguno", manifiesta, "la lista de propósitos ayuda a tener una guía de lo que quiero hacer, de lo que tengo planeado para este año, lo que quiero conseguir", y continúa mencionando: "Debido a la necesidad del ser humano de cerrar ciclos, las personas no hacen su lista de objetivos hasta que culmina el año…".
"Si no tienen un para dónde, la gente se pierde literalmente, entonces se comienza el año con nuevos bríos, es un dejar atrás y empezar de borrón y cuenta nueva, se quiere iniciar con la dieta, con el ejercicios, a ahorrar para el carro que se quiere comprar", indica.
Todos hemos pensado en esos buenos propósitos de inicio de un nuevo año, sin embargo, en eso quedan: en buenos propósitos, ya que pasados los primeros quince días, ni quien se acuerde de ellos. En lo personal, puedo decir que tengo años de "escribir esa lista de propósitos" y al finalizar el año ver con gran satisfacción que en la mayoría de ellos he superado las expectativas.
Otra cosa que he llevado a cabo, aunque no en todos los años, escribir un resumen de lo que logré en cada uno de ellos. Como buen jubilado, desde hace 16 años he realizado infinidad de proyectos que primero tenía en mente y después, al estar en vísperas de pisar los dinteles de un nuevo año, mejor tener la lista de esos objetivos.
Algo que no tenía dentro de mis planes antes de jubilarme era participar en carreras pedestres, y si bien es cierto que ya tenía años caminando, trotando, tal vez corriendo, jamás cruzó por mi mente el hecho de algún día participar, aunque fuera en un maratón; sin embargo, el día que participé en mi primera carrera, que fue la de Mapimí al Puente de Ojuela, pensé que al fin había encontrado una actividad deportiva que me satisfacía al cien por ciento, que fue febrero del 2005, y a partir de entonces, "ya no hubo quien me parara"
"Nunca una noche ha vencido amanecer y nunca un problema ha vencido la esperanza".
"No, no es cierto. No hay envidia de la buena; la envidia siempre será envidia, uno de los siete pecados capitales".
"No es cierto, el tiempo perdido jamás se recupera, aunque así lo pensemos y lo pregonemos muchos ilusos".
"Ya no estamos en edad de posponer ninguno de nuestros objetivos, ¡Adelante con nuestros proyectos!".
"Confío en mí, pero… ¡No en el tiempo!, éste arrasa con todo lo bueno y lo malo que pudiera haber en cada uno de nosotros".
Por: Dr. Leonel Rodríguez R.
