La clorofila, "hoja de color verde", es un pigmento que contienen todas las plantas y que forma parte del proceso imprescindible para la vida mediante el cual los vegetales transforman la luz solar en oxígeno.
Al hablar de clorofila se piensa en el pigmento verde de las plantas que es fundamental durante la fotosíntesis, es decir, durante el proceso mediante el cual las plantas absorben la energía del sol. No obstante, puede ser que se ignore la función beneficiosa que ejerce en el organismo humano.
La clorofila es fundamental para la vida del planeta. No obstante, sus asombrosas propiedades también la convierten en un nutriente imprescindible para la salud, gracias a que su composición molecular es muy similar a la de la sangre.
Dentro de los beneficios de la clorofila, ayuda a eliminar las toxinas y los metales pesados que se acumulan en el organismo, de modo que facilita la función del hígado y los riñones.
Es un excelente antioxidante natural que mejora la oxigenación de las células y previene su envejecimiento. Reduce los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Estimula la formación de glóbulos rojos. Tiene propiedades anticancerígenas. Elimina el mal aliento. Combate los estados de estrés y agotamiento, a la vez que da energía y vitalidad. Funciona como reguladora del metabolismo. Favorece la circulación. Fortalece el sistema inmunitario. Y finalmente, regula el pH del organismo.
Actualmente se comercializa clorofila como suplemento natural, la cual se puede tomar para tratar determinados problemas de salud, pero siempre bajo la supervisión de un especialista.
Sin embargo, la manera más natural y placentera de tomar clorofila consiste en consumir alimentos de color verde. Cuanto más verde sea el vegetal, más contenido en clorofila tendrá.
Los alimentos más ricos en clorofila son: Chlorella, Espirulina, Espinaca, Lechuga, Acelga, Berro, Col verde, Rúcula, Perejil, Cilantro, Hierba de trigo, Moringa, Té matcha, Verdolaga, Mate y Alfalfa.
Cuando se cocinan vegetales verdes suelen oscurecerse y volverse de un color más marrón y apagado. Esto significa que la clorofila se ha perdido y por lo tanto, que han disminuido sus propiedades para la salud.
Por este motivo se debe reducir al máximo la cocción de los alimentos de color verde y elegir otros modos de cocinar: Salteados o al wok, al vapor, macerados con vinagretas o bien cocciones muy cortas.
De ahí que se deben incluir alimentos verdes crudos en los menús diarios. Las mejores opciones son las ensaladas y los batidos verdes.
Los batidos verdes son dulces y podrían ser de cualquier otro color, si no fuera porque la clorofila se apodera del resto de ellos. Son una opción excelente para el desayuno o la merienda, se recomienda que se inicie por una mayor cantidad de frutas y una menor cantidad de vegetales. A medida que se vaya acostumbrando y disfrutando cada vez más de los sabores, se irá aumentando la proporción de vegetal verde.
Va una receta de batido verde.
Con este delicioso batido se puede acostumbrar a tomar una dosis de clorofila diaria e ir aumentándola a medida que se va acostumbrando a su sabor.
Ingredientes para dos personas: 1 plátano muy maduro. 4-6 fresas maduras. Dos puñados de hojas tiernas de espinacas. 1 cucharada sopera (14 gr) de aceite de coco. 1 vaso (200 ml) de agua, jugo o bebida vegetal
Elaboración:
Se baten los ingredientes durante dos minutos, hasta que el batido tenga una textura homogénea y sin grumos.
Se puede endulzar con un poco de miel, se recomienda que sea de maguey, aunque el plátano suele aportar el dulzor necesario.
Si se desea aumentar la cantidad de clorofila, se puede añadir un poco de espirulina, moringa o hierba de trigo en polvo y a disfrutar este sabroso y benéfico licuado.
