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¿PARAÍSO O PESADILLA?

Gaby Vargas

?Necesito veinte tachas de las más fuertes que tengas, porfis, porque me voy a Vallarta con mis amigos?, le digo al dealer cuando voy a verlo a su casa.

Son las diez de la noche y estamos cinco amigos y yo, cada uno con su tacha en la mano, lista para ser ingerida y meternos a la alberca. Me meto la tacha a la boca y la trago con un vodka. Pasa media hora y no me hace efecto. Después supe que era por el alcohol. Yo fui la que las compró, así que tengo el control y, sin que los demás se den cuenta, me tomo otra a ver si así ya me hace algo, porque ellos están ?puestos? y yo no; la neta, me da coraje.

Uf... ahora sí, ya me está pegando, veo como si estuvieran cayendo estrellas del cielo, mis ojos se mueven a mil por hora, las luces se ven súper brillantes y chiquitas, de pronto me invade una sensación de completo bienestar. Todo es tan lento y armonioso... qué a gusto me siento, ¡no lo puedo creer! Amo a todo el universo, se esfumaron los pendientes, las preocupaciones y las deudas. No quiero que esto se acabe nunca.

Necesito otra, ya pasó hora y media y el efecto también, ahora me voy a tomar dos para que el efecto sea doble. Sólo pienso en eso... en el efecto, no me importa lo que me pueda pasar, dicen que las tachas fríen el cerebro, pero estoy de vacaciones con mis amigos, así que, ¿qué puede pasar?? nada, al menos a mí... nunca me pasa nada.

Las cuatro de la mañana, llevo seis tachas y dos churros, me duele horrible la cabeza y tengo miedo de salirme de la alberca, estoy angustiada, paranoica, veo sombras que caminan, mis amigos ya se quieren ir a dormir y yo sólo pienso en tomarme otras dos o tres tachas, para ver si así se me quita el miedo, sin embargo, sé que lo harán más grande. De todas maneras, me las tomo.

La cruda es de terror, tiemblas, te da una depresión horrible, ataques de pánico, convulsiones, paranoia, y piensas hasta en el suicidio.

Laura, ahora en rehabilitación, tiene 27 años. Se hizo adicta desde los dieciséis y con una honestidad que agradezco, ofrece su testimonio para prevenir a otros jóvenes de caer en esa promesa de paraíso que termina en una gran pesadilla y hasta en la muerte.

¿Qué es una tacha?

El éxtasis o tacha es una droga ilegal de diseño, es decir, elaborada en laboratorios clandestinos, que provoca el aumento de la temperatura corporal y la presión sanguínea, lo que a corto plazo se traduce en una sensación de euforia. Deriva de la anfetamina y se le conoce como MDMA o Metilnedioximetanfetamina. Sus efectos se basan en el aumento de los niveles de los neurotransmisores serotonina, noradrenalina y dopamina. Se distribuye en forma de pastillas, cápsulas o polvo, con diferentes colores y nombres tales como: Sex, Adan, Ferrari, MDM, Whizz, Euro, Smile... y cada pastilla contiene entre 9 y 117 mg. por comprimido. Su precio varía entre 50 y 150 pesos.

Las investigaciones más recientes relacionan el consumo de esta droga con el deterioro de ciertas zonas del cerebro, la pérdida de la memoria y serios daños en riñones e hígado. Se han dado casos de muerte por reacciones severas tras su ingestión, debido al aumento brusco de la temperatura corporal, que puede llevar a la deshidratación y a la disminución de los niveles de sodio en la sangre.

Otro peligro es que ningún vendedor o consumidor sabe realmente lo que contiene una tacha. Se ha encontrado hasta raticida en su compuesto.

?¿Por qué consumes tachas? ?le pregunto a Laura.

?Porque es más difícil que te cachen, lo manejas más fácil que la coca, la mota o el LSD. Además, son más baratas, con ochenta pesos te ?pones? como por dos horas.

?¿Cómo las consigues?

?Mira, hay dealer al menudeo y dealer al mayoreo. El de menudeo lo distribuye en los antros o en las esquinas de las escuelas, donde siempre hay uno. En el antro, por lo general, se pone junto al DJ y ahí le llegan los cuates que lo conocen o le presentan a nuevos clientes. También lo puedes contactar por teléfono y te quedas de ver en algún lado.

En la entrada de ciertos antros te revisan todo para asegurarse que no metas drogas al lugar, pero adentro... te venden lo que sea. A veces, el mismo dueño te vende o te regala la primera tacha.

Respecto al dealer de mayoreo, se la da a su gente para que la venda. Cuando no tienes dinero para la tacha, entonces organizas una reunión, una fiesta y les dices a veinte de tus amigos que les compras sus tachas. Te haces cuata del dealer, te regala unas cuantas de más, y así te sale gratis el consumo y también puedes revender algunas para hacer una lanita extra.

?¿Cuál es la edad de mayor consumo?

?Como entre los 15 y los 25 años.

?¿Mezclas las tachas con el alcohol?

?No. Primero, porque con el alcohol no te da el rush de la tacha, la inhibe, y segundo, porque te da mucha sed y si bailas, peor... entonces tomas mucha agua. Además, al llegar a tu casa no hueles a nada.

?Ahora que ya saliste de las drogas, ¿qué riesgos le ves a consumir tachas?

1. La necesidad de aumentar la dosis para sentir los efectos, porque con el uso, creas tolerancia y buscas otras drogas más fuertes.

2. Con la cruda, buscas otras drogas para aliviar los síntomas y sufrir menos. La realidad es que cada vez te hundes más.

3. Las drogas no son el paraíso como te las venden, son una trampa mental y mortal. Si yo hubiera sabido el precio que tenía que pagar al meterme esa primera tacha... nunca me la hubiera metido.

Informes: Instituto Mexicano para la Prevención y Tratamiento de la Adicción. 52 11 64 64 y 52 11 67 15.

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