El hábito del ahorro
Es verdad que para muchas personas, el tener pocos o insuficientes ingresos, les dificulta o impide que parte de éstos se guarden para darles un uso posterior, ésto es se ahorren. Pero también se da el caso con frecuencia que, aunque se tengan buenos ingresos, o bien, éstos se incrementen, las personas simplemente gastan más, dándose el caso que siempre están endeudados, y en algunos casos pagando grandes intereses.
El ahorrar es más un hábito o costumbre que se debe y se puede inculcar en las personas, claro que existen algunos previsores que guardan para un día lluvioso como solemos decir para una emergencia, para un imprevisto, pero también con un propósito futuro, como puede ser el enganche para un electrodoméstico, un refrigerador, una lavadora, y también para la compra de un vehículo o la de una casa. Hay muchos casos de personas que con lo que pagan de renta, podían estar amortizando un crédito a largo plazo para la compra de una casa, pero nunca han sido capaces de ahorrar para el requerido enganche. En realidad, el ahorro es un hábito que debemos fomentar desde la infancia, con la alcancía, el clásico “cochinito” de barro o cerámica y que lo rompemos para comprar algún juguete o para abrir una cuenta de ahorros en un banco; los bancos solían promocionar las cuentas de ahorro con la idea de atraer futuros clientes, y si bien pagaban poco interés, era más difícil disponer del dinero y se ahorraba de esta manera.
Es una obligación, entre muchas de los padres el motivar a sus descendientes el hábito de ahorro, y aun de niño, se puede y debemos de guardar en ocasiones parte de nuestros ingresos, que también pueden provenir de pequeños trabajos propios de la edad; nos sorprendería saber, cuántos millonarios, de niños, repartieron periódicos o se dedicaron a cortar césped o de “cerillos” ganando propinas en algún super.
El que ahorra, tiene el beneficio adicional de vivir más tranquilo y con el ahorro se puede incluso iniciar algún negocio, grandes empresas han empezado con muy poco capital.
Raymundo Portilla
Torreón, Coahuila
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Despilfarrando lo ajeno
El ‘deporte’ favorito de los políticos y funcionarios públicos mexicanos desde hace décadas,- independientemente de sustraerlos,- es dilapidar los recursos públicos en todos los rubros habidos y por haber. despilfarros que se presentan por una pésima gestión administrativa, irresponsable y las más de las veces por el interés de que parte de esos recursos retornen a engrosar su patrimonio personal. nada nuevo bajo el sol.
Para muestra mil millones de botones; el último a la vista fue la noticia de la expropiación de un inmueble siniestrado por el sismo del 19 de septiembre pasado en la av. Álvaro Obregón en CDMX para edificar un memorial en honor de las víctimas del dramático fenómeno telúrico.
Que idea tan creativa, romántica, emotiva, pero no para un país tercermundista y pobre como México, ávido de recursos para aplicarse en otros rubros para los vivos, con todos mis respetos y condolencias para los familiares de los fallecidos.
Francisco Benavides Beyer
Cuernavaca, Mor.
