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Iniciaron las sesiones ordinarias

JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA

El pasado 1° de marzo dio inicio el primer periodo de sesiones ordinarias de la actual LXI Legislatura de Coahuila, cuya mesa directiva presido. Durará hasta el 30 de junio para reanudarse, como segundo periodo ordinario, el primer día hábil de septiembre y hasta el 31 de diciembre.

El día anterior al de la apertura, me vino a la mente una serie de ideas del eminente politólogo y amigo inolvidable Alonso Lujambio, por desgracia fallecido prematuramente. En memorable ensayo suyo publicado por la UNAM en 1995, afirma que "una de las grandes fallas de nuestro sistema político es la debilidad de su Poder Legislativo"; y que no es posible contar con un Congreso que "pueda fortalecer sus tareas legislativas y de control sin verdaderos parlamentarios." Es decir, que sencillamente no puede haber Parlamento sin parlamentarios.

Inspirado en tales ideas, el día de la apertura del periodo ordinario me permití dirigir a la asamblea legislativa las siguientes palabras:

"Considero un alto honor presidir la mesa directiva de la LXI Legislatura del Congreso de mi estado durante su primer año del ejercicio constitucional.

Por haber sido miembro de la XLIX legislatura, cuyo periodo comprendió de 1982 a 1985, es decir, hace treinta y cinco años, me consta que las cosas, aunque ciertamente no ha sido poco el tiempo transcurrido, han cambiado de manera notable desde entonces. Avanzo solamente un par de ejemplos:

En esa legislatura, la 49, un representante de la oposición, ni por pienso, ni remotamente, hubiera podido llegar a presidir la mesa directiva del Congreso. No desconozco que en el pasado reciente ya ha sucedido, pero creo que en esta ocasión se trata de un dato sobresaliente, porque como muchos otros ciudadanos considero que esta Legislatura está llamada a ser un referente en la historia parlamentaria de Coahuila.

Un dato más: en ese Congreso de mediados de la década de los 80, fuimos dieciséis sus integrantes. Todos varones, ni una sola dama. Hoy las mujeres forman la mayoría de esta Legislatura y de ello me congratulo.

La principal función, aunque no la única, de quien preside la mesa directiva de un cuerpo colegiado de legisladores, es conducir el debate. No se trata de algo menor. En especial si se considera que en un Parlamento se parla. Es decir, se habla, se discute, se debate.

El debate parlamentario tiene dos elementos que lo caracterizan: la exposición de ideas y la pasión política. Si la primera falta y la segunda sobra, mal, medrados estamos. De lo primero debe haber abundancia, es decir de ideas; y la segunda, la pasión, debe estar presente pero ha de ser controlada.

Al estilo y conforme a la tradición de los llamados "speakers" de los Parlamentos de las más avanzadas democracias del mundo, me propongo presidir esta asamblea con absoluta neutralidad.

No me será fácil y les pido que a ello me ayuden. Y si me equivoco, desde ahora les solicito su comprensión y disculpa.

El debate debe darse. Es la esencia del Parlamento. Sin embargo, veo que la vigente Ley Orgánica del Congreso es, o se interpreta, de manera restrictiva; es decir, restringe el debate. En un Parlamento, sencillamente esto no puede ser.

Considero que nuestra Ley Orgánica puede ser objeto de una interpretación diferente. Obviamente están haciendo falta el "Reglamento de Sesiones", a que hace referencia su artículo 233, y el "Reglamento de Prácticas Parlamentarias", mencionado por el artículo 38, que debieron haber sido expedidos desde hace treinta y siete meses.

Hago votos porque los grupos y la fracción parlamentarios de esta Legislatura lleguen cuanto antes a los acuerdos necesarios para que ambos ordenamientos, sin una visión restrictiva, sean elaborados y aprobados y rijan los trabajos de esta honorable asamblea. Ojalá así sea.

No tengo claro, lo reconozco expresamente, si el antiguo Reglamento Interior del Congreso de Coahuila, promulgado en el año de 1940, cuando ninguno de nosotros había aún nacido, está todavía vigente en lo que no se oponga a la presente Ley Orgánica. Fue el Reglamento, desde luego, aplicable cuando yo fui diputado, como ya lo recordé, hace 35 años.

Señoras diputadas, colegas diputados: Hago votos también porque este año legislativo sea de grandes aportaciones a la vida política y democrática del estado de Coahuila. Gracias".

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Escrito en: Juan Antonio García Villa

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