Aunque el gobierno de la República encabezado por Enrique Peña Nieto ha intentado por todos los medios mantener la apariencia de que puede lidiar con el presidente de Estados Unidos Donald Trump y establecer una relación sana, cordial y vigorosa como se requiere dados los vínculos existentes entre ambos países, la realidad ha terminado por demostrar que no ha sido posible. Pero no sólo eso, en las últimas semanas se han puesto de relieve visos claros de que la relación puede ir a peor y que el gobierno mexicano, en su recta final, ya no tiene margen de maniobra.
Desde el triunfo inesperado de Trump en noviembre de 2016 se supo que la relación entre México y Estados Unidos no iba a ser fácil. Desde entonces varios actores de la vida pública demandaron al presidente y su equipo una postura clara y firme para negociar temas de vital importancia como la migración, el comercio y la seguridad. Pero la ruta que ha seguido el gobierno de Peña Nieto con su alfil diplomático Luis Videgaray ha sido una suerte de intentos fallidos por hacer ver que Donald Trump no es tan malo como parece. Pero cuando México piensa haber avanzado un milímetro en algún tema, o al menos así lo muestra el discurso oficial, Trump se ha empeñado en retroceder metros con sus dichos irresponsables y despectivos.
Hace unas semanas se informó que el presidente Peña Nieto viajaría a Washington para reunirse con el presidente Trump en medio de las tensas mesas de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. No obstante, la reunión terminó por cancelarse debido a que, según reportes de la prensa estadounidense, en una llamada telefónica el republicano y el priista mostraron fuertes diferencias respecto al tema del muro fronterizo y quién terminará pagándolo. Una vez más, la agresividad de Trump y la tibieza de Peña terminaron por descarrilar un intento de acercamiento. Mientras tanto, la construcción del muro es un hecho.
En el plano comercial, Donald Trump acaba de mandar una señal desafiante no sólo a México sino a todo el mundo. En una medida proteccionista que no se veía desde los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos va a aplicar fuertes aranceles a la importación de acero y aluminio, con lo que afectará el comercio entre las tres naciones de Norteamérica, además del flujo entre la superpotencia y su aliada la Unión Europea, y China, por supuesto. Para algunos analistas, esta es una mala señal que anuncia el inicio de una guerra comercial a gran escala y la posible cancelación de Tratado de Libre Comercio, a la par que una medida de presión más para imponer sus condiciones en un eventual acuerdo bilateral que lo sustituya.
Lo que dejan ver claramente las posturas caprichosas del presidente norteamericano es que la época de los aliados y socios ha terminado y con ello las relaciones ganar-ganar. Dentro de las inconsistencias del discurso de Trump se observa un común denominador: primero estarán los intereses de su país, luego los del resto del mundo sin importar que eso implique el aislamiento de la gran potencia americana, y el avance de China que ha mostrado firmemente que está dispuesta a llenar el vacío que deja aquella. Una clara muestra del poco interés que tiene Trump en continuar la tradicional y prestigiosa diplomacia estadounidense es que a la fecha suman 42 embajadas en el mundo que no tienen titular, y próximamente habrá que agregar la de México, en donde la respetada Roberta Jacobson ha decidido dimitir tras 31 años de carrera.
La situación se observa bastante complicada para nuestro país, ya que la vecindad con Estados Unidos obliga a tratar de construir una buena relación. Sin embargo, esa misma vecindad puede convertirse en un obstáculo para que México busque fortalecer relaciones con naciones emergentes que hoy son consideradas rivales por la Casa Blanca. Poco se puede esperar ya del agonizante gobierno de Peña Nieto; quienes ahora están obligados a mostrar sus cartas son los candidatos que aspiran a gobernar este país a partir del primero de diciembre. ¿Cómo van a lidiar con Trump los aspirantes? Tienen que fijar postura ya.
