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Zermeño

Diálogo

YAMIL DARWICH.

Jorge Zermeño Infante, ha sido electo por la ciudadanía para administrar el municipio de Torreón durante un año y muestra abierto interés por buscar la reelección para encabezarnos por tres años más, lo que le colocaría en la historia de la ciudad como el único ganador en tres ocasiones. El juicio histórico, como presidente bueno o malo es su responsabilidad.

Sin duda, la elección le traerá a Zermeño el reto de lograr el encuentro con el gobernador Miguel Riquelme, que siendo de partidos políticos diferentes -aunque ambos laguneros- deben encontrar vías de comunicación y acuerdos para no afectar a La Laguna, aunque los politiqueros nunca han querido aceptar que somos una unidad social, aunque federalmente divididos.

Ya en otras ocasiones el municipio de Torreón ha sido "castigado" cuando las administraciones estatales son diferentes; el interés partidista en hacer ver mal al contrario y empujar las elecciones siguientes, han hecho mella en nuestro desarrollo regional.

El alcalde municipal tiene la oportunidad de servir por segunda ocasión, aunque las condiciones no sean las más adecuadas; sobresale la grave crisis económica del Estado; la inseguridad social causada por el deterioro en la calidad de servicios policiales; la presencia del narcotráfico y su imposición en la narcopolítica nacional; también las amenazas externas que pudieran afectarnos, particularmente la patología de Trump. Considere ese efecto en la económica regional, particularmente en la industría manufacturera local, que se vería afectada si acaso se rompe el TLC.

El primero de enero, Jorge Zermeño, tomó posesión en sendo evento público, destacando la presencia de personalidades políticas del país, incluídas las de municipios vecinos de Durango y notándose la ausencia del gobernador Riquelme, señal inequívoca que representa evidente distanciamiento entre la autoridad municipal y la del estado, con la confirmación de la persistencia de estilos políticos perniciosos.

Pidiendo el tiempo de cien días para presentar su programa formal, Zermeño, señaló 5 objetivos generales, 36 estrategias y 170 líneas de Acción en los que centrará su administración. Revisémoslos brevemente.

Al primero lo nombró "Buen Gobierno", título que poco define, quizá refiriéndose al propósito de ejercer una administración transparente y honrada, que sin duda daría un tinte especial de esperanza por el cambio.

Mencionó como segundo objetivo el "Desarrollo Urbano Sustentable", que enfrentará serias dificultades de calidad en el servicio: de Simas, pavimentación y alumbrado, por citar algunos y que deben someterse a una verdadera reingeniería en su administración y aplicación de servicios, sin descuidar el aseguramiento de la honestidad de los trabajadores. ¿Será?

El tercero: "Seguridad Ciudadana", referida a la desagradable sensación del ciudadanos común de vivir en desconfianza y zozobra social; los índices de criminalidad, en todos los órdenes, se sienten incontenibles, no sólo por el narcotráfico, sino con la delincuencia común, que nos han hecho víctimas en casas, negocios, industrias y hasta bienes inmuebles.

El cuarto se refiere al "Desarrollo Económico", tema escabroso que requiere el verdadero interés del Estado para promoverlo, retomando y resolviendo la necesidad de contar con verdaderas zonas industriales -sin invasiones-, que ofrezcan las instalaciones y servicios adecuados a los inversionistas. Incluya listados de necesidades que ellos presentan, desde profesionales y operadores capacitados, servicios educativos, vivienda, salud, esparcimiento y garantías mínimas de seguridad para ellos, sus familias y sus trabajadores.

En este objetivo, sin el apoyo del gobernador Riquelme, el fracaso estará garantizado, siendo otra oportunidad para romper con las malas políticas partidistas, buscando ambos ganarse la simpatía del electorado.

Por último, citó el "Desarrollo Social y Humano", que será la consecuencia del buen trabajo y logro de objetivos de los primeros cuatro.

Hubiera sido muy positivo su pronunciamiento con planes y programas -públicamente expuestos- que muestren vías de efectividad para combatir la corrupción administrativa, agobio de todos los laguneros y que seguramente redundaría en beneficios de todo tipo, incluidos los económicos.

Nosotros, los ciudadanos, deberemos mantenernos atentos a su actuar y el trabajo que le exija a sus colaboradores; importantemente, la relación que pueda establecerse con el Gobierno del Estado de Coahuila, con trasparencia hacia los medios de comunicación, para que ellos nos puedan orientar en la verdad. Ese será un excelente argumento de Zermeño, que favorecerá sus propósitos de reelegirse por un tercer período de tres años completos.

Por nuestra parte, la responsabilidad de enterarnos y verificar información útil para evaluar el desempeño de ambos gobernantes: Riquelme y Zermeño; con ello, hacer pesar nuestro voto y opinión, motivando además a nuestros conciudadanos.

Recuerde aquel lema que dice "el pueblo tiene el gobierno que se merece", que si lo aplicamos en nuestro actual reaccionar ciudadano, saldríamos muy mal evaluados.

Lo invito a aceptar nuestra parte de responsabilidad y actuar en consecuencia, interviniendo en la definición del futuro de la "Perla de La Laguna" que, sin duda, marca rumbo para toda la Comarca Lagunera. ¿Acepta hacer su parte?

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