(Primera parte)
Con gran interés, he investigado desde hace varios años al pintor y muralista español y valenciano, Salvador Tarazona, que radicó en Saltillo y Torreón a fines de la década de los veinte e inicios de los treinta, legándonos una importante obra pictórica que todavía podemos admirar tanto en el Palacio Rosa de Gobierno compuesta por una serie de seis murales y tres pinturas realizadas en 1929.
Como no encontré registrada su interpretación, me di a esa tarea; por su parte, en el Ateneo Fuente, plasmó un gran mural que representa la construcción del edificio y otro más de pequeñas dimensiones que se encuentra en el mismo lugar, independientemente de algunas pinturas que quedaron entre particulares, como una marina que posee el Lic. Armando Fuentes Aguirre, así como otros murales que se encuentran en la Escuela Primaria Coahuila.
Por otra parte, él fue quien se encargó de los grandes murales que se encuentran en el Teatro Isauro Martínez, donde destaca "La inspiración" y otros murales que plasmó en el Teatro Variedades y Casino de La Laguna, que lamentablemente se perdieron hace décadas al desaparecer el primero de ellos y realizar algunas modificaciones el segundo.
Mis investigaciones de la obra pictórica de Tarazona en Saltillo me llevó a hacerme acreedor al Premio Estatal de Periodismo en la categoría de columna cultural en junio del 2002 con el reportaje "Los murales de Tarazona en Palacio Rosa de Gobierno". Esta distinción me impulsó a continuar buscando más sobre su vida y obra, y fue así como llegué a enterarme de la obra pictórica que dejó en Cuernavaca y contactarme posteriormente con una de sus descendientes, la señora Silvia Garza Tarazona, sobrina nieta del Maestro y una conocida arqueóloga, quien en dos ocasiones me hizo el honor de entrevistarla, brindándome vasta información y documentos, con los que posteriormente redacté algunos reportajes.
Fue a través de ella que me entero de los murales que se encuentran en el Jardín Borda, en el Teatro Manuel M. Ponce, para ser más precisos, y de los que se encuentran en lo que fuera el Hospital Civil de esa ciudad, posteriormente Presidencia Municipal, mismos que tuve el gusto de conocerlos y tomar de ellos fotografías que orgullosamente conservo en mis archivos.
He realizado varios reportajes con relación a la obra del Maestro Tarazona, incluso el Teatro Isauro Martínez, en uno de sus aniversarios, editó un pequeño libro con lo que hasta aquel entonces había recabado; sin embargo, puedo agregar que hemos ido aumentando aún más información con relación a este gran personaje.
En una de mis visitas a Cuernavaca, invité a los descendientes del Maestro Tarazona a visitar Saltillo y Torreón a conocer los murales que se encuentran en el Palacio Rosa de Gobierno, en el Ateneo Fuente y los que se ubican en el Teatro Isauro Martínez de esta ciudad; sin embargo, hasta la fecha no hemos tenido el honor de esta visita; así mismo, extendimos la invitación al Director del Jardín Borda para que también nos visitaran
Por conducto del señor Jesús Pérez Uruñuela, radicado en esa ciudad, y quien resultó ser un gran admirador del Maestro Tarazona, coahuilense, y aun todavía más paisano, ya que ambos somos de Nueva Rosita, Coah., me he enterado que el edificio de la Presidencia Municipal de esa ciudad fue remodelado y convertido en el Museo de la Ciudad.
Por tal motivo, las más de treinta de sus pinturas fueron desmontadas y llevadas a una bodega para su resguardo, suponiendo que una vez restauradas (las que requieran), habrían de ser reubicadas en el nuevo museo, una vez que se concluyó la remodelación, las piezas de Tarazona ocupan lugares especiales, lo cual, estoy seguro, es motivo de orgullo para la ciudad de "la eterna primavera.
Me gustaría recalcar que las pinturas del Maestro Tarazona que se encuentran en este museo son representativas de aquel enriquecedor movimiento pictórico nacional de los años treinta; los lienzos ubicados en Cuernavaca son didácticos e ilustrativos de un innegable pasado histórico: los tlahuicas en sus formas de vida cotidiana, ocupacional, religiosa, Hernán Cortés en el momento del "barrenamiento de las naves", el capitán extremeño, cruzando el paso entre el Popocatépetl y el Iztlacíhuatl, acompañado de la soldadesca y las huestes indígenas aliadas; además, Cortés en el trapíche azucarero de Tlaltenango, recibiendo el documento en el que, por Cédula Real, se le nombra Marqués del Valle de Oaxaca.
