Encuentro. Trump se reunió con legisladores para ‘convencerlos’ de alcanzar la reforma fiscal. (EFE)
El nuevo objetivo de la administración de Donald Trump en su cruzada para conseguir un éxito legislativo es una reforma fiscal, y para ello el presidente está empujando para que se presente el texto cuanto antes.
"El proceso de aprobación para el mayor recorte de impuestos y paquete de reforma fiscal en la historia de nuestro país comenzará pronto. ¡Congreso, muévase rápido!", pidió el presidente a través de Twitter.
En el Capitolio hace días que trabajan en esa dirección. El líder de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, anunció que espera tener un borrador del texto legal para la reforma fiscal a finales de mes, en la semana del 25 de septiembre.
Si se cumplen los plazos, se espera que el plan se pueda tener completo a mediados de octubre. La idea es que se pueda aprobar hacia fin de año.
De ser así sería el primer gran triunfo de Trump desde que entró al Despacho Oval. Pero antes de entrar a fondo en el tema fiscal, los propios republicanos deberán llamar a filas y unirse, algo con muchos obstáculos porque antes de abordar la reforma tributaria deberán delinear su proyecto de presupuesto, tema en el que hay muchas divisiones.
Al frente de la iniciativa está el grupo conocido como los "Big Six", seis pesos pesados de la órbita republicana: Ryan; el líder en el Senado, Mitch McConnell; el presidente del comité encargado de asuntos de impuestos, Kevin Brady; el presidente del comité financiero del Senado, Orrin Hatch; el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y el asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn.
Sin embargo, en paralelo a este grupo, Trump ha decidido ir por su propio camino, poniendo en duda la integridad y unidad del Partido Republicano. La noche del martes se reunió con seis senadores, tres republicanos y tres demócratas, en un encuentro "altamente productivo" en el que el mandatario intentó seducirlos.