¡Ya me cachó mi hijo!

El sexo es uno de los temas que los padres prefieren evitar hablar con sus hijos, aunque la generalidad coincide en que lo mejor es que conozcan de estos temas por sus papás y que estén adecuadamente informados, el primer paso siempre es complicado.

Pero, ¿qué pasa si los papás creen que los pequeños duermen, olvidan poner el seguro a su puerta y terminan en una situación embarazosa en frente de los hijos?

“Como padres, sabemos que en algún momento de sus vidas tendremos que hablar de sexo con ellos, y admitámoslo, todos esperamos que sea más tarde que temprano, sin embargo, a algunos padres les pasa que esto llega de una forma embarazosa, es decir, que te cachen en el acto”, explicó la psicóloga Viridiana Valdez Loera.

Qué no hacer

La psicóloga señala se debe abordar el tema con ellos, pero también hay algunos errores en los que se puede caer y que hay que evitar.

Señaló que cerrar la puerta del cuarto es una práctica que pareciera muy sencilla pero no lo es, y esto ahorra muchos dolores de cabeza, pues desde ahí se comienza a educar a los hijos en el tema de la privada dentro y fuera de casa.

Ahora si ya los encontró en el acto, hay que evitar los regaños o evadir la situación, pues al hacer esto solo se ocasiona que los niños busquen la información en otros medios, en los que fácilmente puede ser distorsionada, mientras que el regañarlos les dejará la idea de que el acto sexual es algo malo y, por lo tanto, ellos lo verán como una agresión entre dos adultos.

Avergonzarse de ello también es una práctica que se debe evitar, pues esto hará que el niño lo asocie con algo malo, y no como una forma natural de expresar el amor entre adultos.

La psicóloga señala que otro punto a evitar es contar detalles, pues aunque es claro que hay que hablarlo, el dar demasiada información solo ocasionara mas confusión en el niño.

Lo que sí se debe hacer

Los padres deben actuar con naturalidad, pues el acto sexual no es algo malo, es una expresión de amor, aunque es normal que puedan sentirse avergonzados, señala la psicóloga.

“Hay que tomar en cuenta la edad del niño: si es menor de ocho años podemos decir algo como 'es normal que los adultos se acaricien para expresar todo su amor', y mencionar que es algo privado, es decir, dejar claro que ahora en adelante al estar una puerta cerrada, hay que tocar antes de entrar”, manifiesta Valdez Loera.

Si el menor es mayor de ocho años, se le puede dar más información, inclusive si en la escuela ya empezó a ver aspectos anatómicos podrían incluirse, sin ser demasiado específicos.

“Otro punto importante es, primero ante todo, preguntarle al menor que es lo que vio, de esta forma obtendremos información de él y será mas fácil aclarar nuestras ideas y saber que decir”, explica.

Finalmente, recomienda dejarlo preguntar, pues con esto se tendrá una guía de que hay que responderle al niño y los papás no se precipitarán o complicarán las respuestas.

“Ante todo, hay que ser claros y amorosos”, indica.

Como padres, se tiene la responsabilidad de estar informados, pues si uno mismo carece de información, es más fácil caer en la vergüenza y será más difícil platicarlo, lo que se reflejará ante el niño.

“Ve preparando el terreno, aunque seas de los afortunados a los que no les encuentran en el acto, porque en algún momento tendrás que tocar el tema”, comenta Valdez Loera, “de ser necesario, ve con un profesional para que te de una pequeña charla y con esto podrás ir preparando el momento, que sabemos que llegará tarde o temprano”.

Deja que tu hijo te preguste sobre lo que quiere saber.