Público. Buscan que la sombra del poder político de diputados afecte a los gobiernos.
Desde 2007, el Congreso de la Unión frenó una reforma constitucional para impedir que a la sombra del poder político diputados y senadores hagan negocios con los gobiernos.
Los contratos obtenidos por legisladores con el gobierno federal son comunes en el Congreso, así como en las cámaras de diputados estatales, como documentó en publicaciones del 8 y 9 de junio pasados.
A lo largo de 10 años, al menos, el Congreso ha obstruido iniciativas para impedir que al amparo del poder legisladores hagan negocios, acusa el ex senador y exdiputado federal panista Rubén Camarillo, autor de esa propuesta de ley que establecía la prohibición a los legisladores de litigar en contra del Estado, luego del antecedente de que el entonces senador del blanquiazul Diego Fernández de Cevallos había ganado juicios millonarios a dependencias federales.
Ese caso provocó reacciones en contra de legislar por la mañana y litigar por la tarde contra el Estado.
La reforma que salió del Senado y se estancó en San Lázaro incluía el impedimento a desempeñarse con "doble cachucha" a los representantes.
"Es compatible ser legislador y empresario; lo que se debe hacer es no mezclar una actividad con la otra, no usar la posición de legislador para tener ventajas y también contratos", afirma Camarillo.