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El maestro de la ciencia política

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CARLOS CASTAÑÓN CUADROS

Murió el viejo sabio, Giovanni Sartori, a la edad de 92 años. Maestro de la ciencia política, fue un pensador meridiano. Profundamente incisivo y riguroso. No escatimó en explicar la naturaleza del método en sus obras más relevantes sobre la política y la democracia. Desde niño se formó en griego y latín, de ahí que sus textos son una delicia explicativa a través del mundo grecoromano. En medio de la Segunda Guerra, se encerró casi un año ante el inminente peligro de fusilamiento en Florencia. De ahí que la filosofía en su vida, fue un "incidente" de guerra. Como pensador, Sartori fue un provocador, pero también un intelectual de filosísima ironía. Uno de sus alumnos mexicanos en Columbia, lo describió como "un caballero despiadado". Para el italiano que marcó la enseñanza de la ciencia política en el mundo, el argumento y su construcción son piezas esenciales del conocimiento. Si el método fue una de sus pasiones como politólogo, la otra parte de sus estudios los centró en la democracia.

Una breve nota autobiográfica, da razón de su vital interés de estudio: "Nací en Florencia en 1924. Por eso tengo recuerdos muy vivos del fascismo, de la guerra en Abisinia, de la Guerra Civil española, y por su puesto, de la Segunda Guerra Mundial. Resulta casi inútil decir que mi interés durante toda mi vida por la democracia -una democracia sólida más que la avanzada- viene de aquellos negros recuerdos del fascismo y del nazismo".

Su obra ocupa un lugar especial y notable no sólo para los politólogos, sino demás estudiosos de la sociedad. Hace años, en 2001, presentó uno de sus libros, -La sociedad multiétnica-, en la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe. Con admiración e ingenua fe, acudimos a escucharlo en primera fila, cuatro politólogos en ciernes. Ahora dispersos por la vida. Por cierto, en aquella ocasión, el otro presentador en la mesa, fue el actual gobernador de Chihuahua, Javier Corral.

Como lector de Sartori, tenemos la pequeña esperanza de que la democracia en México, no puede, ni debe quedarse sumida en la corrupción, o en la casi ausencia del estado de derecho. Su obra es un explicación profusa, y sobre todo, una inteligente defensa de la democracia. A riesgo de traicionar su pensamiento, retomé de sus libros, algunos párrafos. Quizá resulte contraproducente este modestísimo homenaje -dejémoslo en recuerdo personal- puesto que el mismo Sartori advirtió sobre los peligros de citar fragmentos: "es bien sabido que cuando se cita a un autor a pedazos, a jirones, es muy fácil desvirtuar su pensamiento. Nadie ignora cuán peligroso es extraer una proposición de su contexto. Abreviar es ya de por sí amputar; y la simplificación suele ser a su vez, demasiado a menudo, una verdadera y cabal deformación" (La política: 1998).

A pesar del riesgo, les comparto una cabal deformación de su obra, porque sencillamente, ante su muerte, tenemos gratitud con su obra.

Como insigne politólogo, hizo una brillante y necesaria crítica al gremio, incluso, proclamó la polémica muerte de la ciencia política. Escuchemos sus palabras: "Dominar la teoría y el método es convertirse en un pensador consciente, un hombre que trabaja sabiendo cuáles son los presupuestos y las implicaciones de lo que hace. Ser dominado por la teoría y el método significa no empezar nunca a trabajar" (Cómo hace ciencia política: 2012).

"Se puede ser un maravilloso investigador y manipulador de datos, y sin embargo seguir siendo un pensador inconsciente… Nos guste o no, las ciencias del hombre nadan todavía en un mar de ingenuidad" (2012).

"Hemos entrado en la era de la computadora, pero con los pies de barro" (2012).

"La política es el hacer del hombre que, más que ningún otro, afecta e involucra a todos" (La política: 1998).

"Existe una democracia sólo hasta el punto en que sus ideales y valores le dan vida" (Teoría de la democracia: 1962).

"Creer que un sistema político es una democracia por el simple hecho de que se le llama así, es una forma de destruir a la democracia por medio de su propio nombre" (1962).

"El conocimiento del hombre no se puede separar del hombre de carne y hueso que trata de conocer" (1998).

Nos vemos en Twitter, @uncuadros

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