El desarrollo técnico y teórico que ha caracterizado los años recientes deriva en muchos casos en una sobre especialización del conocimiento. Como resultado de un proceso previo que dio inicio desde las revoluciones industriales. Si bien este devenir de eventos pudiese entenderse desde la historia, los efectos que desencadenó permean en los aspectos más sutiles de las actividades cotidianas.
Un ejemplo claro es la brecha que existe -y que tanto se trata disminuir- disciplinas de toda índole, es común escuchar la palabra interdisciplinario, como un esfuerzo por conjuntar o tener una visión holística de los diversos aspectos de la vida.
De esa manera ocurre con las artes, se da por hecho que quien se encarga de producir arte tiene un don, creencia quizá alimentada por el mito de las musas, y el conocimiento técnico que es necesario pasa un término secundario. Así mismo los procesos que se llevan a cabo para el desarrollo de una obra de arte, los cuales además son viables de estudio y desarrollo por parte de otras ciencias, como ocurre con la psicología.
Tyler E. Freeman psicólogo y estudioso de las artes pretende una reconciliación entre ambas áreas mediante el uso de términos en común, cita varios ejemplos como el proceso perceptivo para la creación pictórica y como está relacionada con las leyes de la Gestalt, el uso de la memoria los efectos que esta tiene sobre el dibujo de figuras tanto en dos dimensiones como en tres.
En otro estudio científico al respecto que ilustra como las artes y la salud mental trabajan en conjunto para el desarrollo de personas y comunidades, ambas desde su fundamento proveen elementos para "encontrar propósito en la vida, una voz en la comunidad y soporte mutuo "Jenkins (2000).
Con estas dos perspectivas de convergencias entre arte y psicología, específicamente se crea un lazo cuyo propósito principal no es únicamente el desarrollo teórico, ni mucho menos generar únicamente hipótesis. La función principal de cruce entre disciplinas en proponer puntos de encuentro que generen oportunidades de desarrollo personal, tratase de personas que se dediquen profesionalmente a las artes o no.
Con la pregunta ¿Qué pueden aportar la creación artística al desarrollo emocional y social? El investigador Javier Gonzalez García propicia la reflexión y la utilidad práctica de desarrollo de las artes, lo primero que presenta es el rol de la empatía, ver la obra de alguien más y entrar en contacto con ello para generar un proceso interno, -quien ahonda más en este tipo de procesos desde la perspectiva del psicoanálisis es J. D. Nasio- reconocimiento de emociones y experiencias en personajes de ficción y su correspondiente proyección en la vida real infantil.
Entonces se contrapone el imaginario popular de las artes como un pasatiempo meramente ocasional, tanto en niños como en adultos, para ver desde la evidencia empírica que relacionan el desarrollo de las artes con altos puntajes en evaluación de creatividad, resolución de problemas y manejo de emociones.
De manera que la idea del don de las artes también se derrumba con los resultados de estudios que relación la capacidad de producción artística ligada a la práctica, es decir, si se aprende a dibujar, pintar esculpir o a la creación musical.
Con estos fundamentos se combaten ideas basadas en juicios de valor que limitan el desarrollo personal y por tanto los beneficios que provee la producción artística a favor del desarrollo de habilidades tanto técnica como aquellas ligadas al bienestar de las personas y comunidades.
