Respuesta a Nuestro Concepto
(Publicado en El Siglo de Torreón el 27/2/2017).
Efectivamente la emigración de mexicanos a Estados Unidos fue una válvula de escape para la presión social, crecimiento económico insuficiente y una tasa de natalidad alta.
Efectivamente una excesiva deportación de emigrantes de Estados Unidos a México será una bomba de tiempo y que con los migrantes centroamericanos sumados a éstos por no poder ir al norte es un serio problema.
Me permito observar y decir lo que faltó:
1.- La Reforma Agraria, propició y obligó a muchos campesinos a emigrar a la ciudad o a Estados Unidos.
2.- No se ha dado una deportación masiva, (Obama echó dos y medio millones) muy por arriba del paso que lleva la actual dirigencia norteamericana.
3.- Por la frontera sur, que no cuidamos, entran en la actualidad no sólo centroamericanos, sino del Caribe, de África, de Medio Oriente y sabe Dios de donde más. Y tal parece que hasta facilitamos el transporte para quitárnoslos de encima y que lleguen a un “sueño americano”. Sin muro, pero con un río de por medio deberíamos cuidar o evitar quien entre (es ingenuo suponer que sólo buenas personas entran).
4.- Hay de muros a muros, hasta el Vaticano está totalmente rodeado de muros, pero no para evitar que “salgan” sino para controlar quien “entre”. No creo que en la actualidad la gente no cierre con llave la puerta de su casa, no es para evitar salir sino lo contrario, pues bien la frontera es la “puerta” de un país y éste, tiene el derecho de controlar quien entra y negarle el paso a los que representen un peligro para los ciudadanos.
5.- Desactivar esta “bomba” de tiempo es más tarea del Gobierno y enseguida de los empresarios, siempre que tengan facilidades y trámites sencillos para invertir y esto también depende un tanto del gobierno, en cuanto a los ciudadanos, es a más largo plazo y no con manifestaciones y bloqueos inútiles como puede influir, sino siendo mejores ciudadanos para producir y elegir mejores gobernantes.
6.- Procurar crear fuentes de empleo, por pequeñas que sean y pequeños y medianos negocios y dejar de creer que el Gobierno puede y debe solucionar todo, cuando es lo contrario, entre menos intervención del gobierno, más prosperidad.
7.- Levantar la vista y darnos cuenta que hay más países con los que hacer negocios y tratos comerciales que Estados Unidos.
8.- Evitar una “guerra” de orgullos y nacionalismos que a nada conducen, demostrar con hechos y no con palabras lo que valemos.
Raymundo Portilla,
Torreón, Coahuila.
