Plinio Escalante encabezó la asamblea en su calidad de presidente de la liga, pero la abandonó pronto. (JAM Media)
El panorama se ha tornado sombrío rumbo a la temporada 2017 de la Liga Mexicana de Beisbol, luego de que ayer se realizó una asamblea de presidentes de los 18 equipos en la que se trataron diferentes temas, pero el principal era el tratar de resolver la controversia de los jugadores mexicoamericanos, ya que algunos equipos desean poner límite al número de los llamados "pochos", mientras otros equipos defienden la libertad de contar con número ilimitado de peloteros de doble nacionalidad.
CISMA
Fue en un hotel de la Ciudad de México donde se realizó la asamblea de la LMB, convocando a los presidentes de todos los equipos participantes, incluyendo las nuevas franquicias de los Generales de Durango y los Bravos de León, quienes acudieron puntuales a la cita. En punto de las 11:00 horas comenzó la asamblea, pero para sorpresa de muchos, tres horas después Plinio Escalante abandonó el recinto, argumentando el presidente de la liga, que ocho equipos pidieron su despido y las discusiones subieron de tono, por lo que optó por salir de la sesión.
Escalante atendió a los medios de comunicación y declaró que sin su presencia en la asamblea, ésta había quedado acéfala y que todos los acuerdos tomados serían inválidos, además de que hablaría con su abogado para definir la indemnización que le correspondería tras su despido luego de una década como presidente de la LMB. Las discusiones fueron álgidas a lo largo del día, cerca de las 18:00 horas, los presidentes de equipos salieron del salón de reunión y dieron dos conferencias de prensa.
Un grupo de 7 equipos, incluyendo Vaqueros del Unión Laguna, dejó en claro que no saldrán de la LMB, aunque están dispuestos a hacer otra liga en caso de que no se acepte el número ilimitado de peloteros mexicoamericanos. Otro grupo de 8 equipos informaron que pidieron la renuncia de Plinio Escalante debido a que consideran que ha sido parcial en el tema "pochos".
EQUIPOS
Pidieron el despido de Plinio Escalante como presidente de la LMB, según dijo él mismo.