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Conoce los beneficios del fisicoculturismo más allá de los mitos

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AARÓN ARGUIJO

Si en el mundo del físico constructivismo masculino existen cientos de mitos, la rama femenil no se queda atrás. Con falsas creencias que van desde la disminución de los pechos hasta la imposibilidad de embarazarse, el físico culturismo en las damas está lleno de tabúes que se deben desaparecer, ya que esta exigente disciplina deportiva puede ser de gran ayuda para las mujeres que desean llevar un estilo de vida sano.

La lagunera Elena Maka, multicampeona de wellnes figura fitness estatal, regional y con excelentes participaciones en torneos nacionales e internacionales en los Estados Unidos, recomienda ampliamente a las mujeres práctica del físico culturismo, al cual define como “una disciplina cuya finalidad es lograr una forma proporcionada, estética, saludable y fit, que se refiere a un nivel de grasa más abajo que el promedio, pero no con números específicos ya que ese porcentaje luce distinto en distintas personas. Consiste básicamente en dos actividades físicas: entrenamiento con pesas y actividad aeróbica con numerosas variaciones en ambas”.

Contrario a lo que se piensa, no es un requisito participar en competencias para llevar el estilo de vida de fisicoculturismo, ya que más allá de buscar construir un cuerpo musculoso, esta disciplina ayuda a las mujeres a mantenerse fuertes y flexibles, mejorar la salud mental a través del control de estrés y ansiedad, prevenir y ayudar a mejorar las condiciones de presión alta, obesidad y colesterol alto. Además, mejora la confianza en sí misma y la autoestima, crea un sentido de respeto por el cuerpo y el trato que merece y necesita, así como mejorar el estado de ánimo y combatir la depresión.

No hay limitantes para empezar a practicar esta exigente disciplina, el único riesgo que podría existir es el de iniciar cometiendo el error de no someterse a una verificación general con su médico antes de realizar cualquier actividad física. El entrenamiento es personalizado y consiste en una rutina de fuerza con peso, ya sea libre, con aparatos e incluso peso propio. La parte de trabajo cardiovascular puede ser completada con cualquier rutina enfocada a ese aspecto, siempre y cuando el conjunto de ambas se complemente con la alimentación adecuada.

Quizá a quienes no se recomienda realizar este deporte es a niñas menores de 15 años de edad, ya que en esta población, más que lograr cierta estética, peso o tamaño, se busca estimular los músculos y lograr mayor resistencia, permitiendo primero el desarrollo normal del cuerpo femenino. Fuera de este grupo de edad, no existen limitaciones para el físico culturismo, porque incluso en competencias hay categorías para personas con capacidades diferentes.

Al cuestionar a Elena sobre el mito de que el físico culturismo deforma el cuerpo de las mujeres, ella afirma que “esa creencia popular es falsa, la única forma en que el cuerpo puede adquirir rasgos masculinos es con el uso de sustancias como hormonas o inhibidores, entre otras cosas que busquen específicamente ese propósito. El cuerpo de una mujer por sí solo no tiene la capacidad de cambiar de rasgos de forma natural, basta con conocer a participantes de competencias de categorías tales como bikini en su tope de condición, para confirmar este hecho”.

Maka divide al físico culturismo en tres aspectos y porcentajes: 70% corresponde a la alimentación, 20% al entrenamiento y 10% al descanso, tópicos que si se cumplen al pie de la letra, deben arrojar resultados visibles cada semana, con avances en fuerza, apariencia, porcentaje de grasa corporal y resistencia. Para que todo resulte favorable en este aspecto, se necesita contar con una guía adecuada, es decir, un instructor especializado en cada caso, además de tener la evaluación médica y en algunos casos monitoreo del mismo.

Otra creencia errónea es la relacionada con el “rebote”, que se refiere a efectos nocivos en el cuerpo cuando se deja de trabajar en el gimnasio. Sin embargo, Elena Maka describe que siguiendo la disciplina en sus 3 aspectos básicos, es fácil darse cuenta que la alimentación no es un régimen conocido como dieta, no es temporal, sino un estilo de vida. Dicho esto, no se provoca un déficit alarmante que provoque un rebote. El aumento de peso o grasa al dejar la disciplina siendo mínimo.

El dicho de que "el músculo se convierte en grasa" es mentira. La grasa se gana con vida sedentaria y mala alimentación. La decisión de practicar físico constructivismo está en cada mujer, quienes deben buscar la ayuda de instructores especializados y certificados como Elena Maka, entrenadores que deben tener experiencia en las condiciones de las mujeres, que no pretenda implantar rutinas sin antes conocer a fondo la salud de las deportistas. Además, los entrenadores deben hacer sentir cómodas y dirigirse con respeto a las mujeres, no hablar mal de otros instructores y predicar con el ejemplo, es decir, contar con una excelente condición física.

“Esa creencia popular es falsa, la única forma en que el cuerpo puede adquirir rasgos masculinos es con el uso de sustancias como hormonas o inhibidores, entre otras cosas que busquen específicamente ese propósito”.

Elena Maka,

multicampeona de wellnes figura fitness estatal, regional

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