Si las molestas ronchas duran por más de seis semanas, es posible que desencadenen problemas tan graves que puedan ocasionar la muerte.
Una reacción de defensa del organismo cuando se entra en contacto con algún alimento o se da un simple cambio de clima, hace que aparezcan en diversas partes del cuerpo pequeñas ronchas, sobre las cuales se da un ardor moderado y comezón aguda, se trata de un caso de urticaria que además de molesta hace lucir mal a la gente.
Los especialistas dicen que en 80% de los casos se desconoce qué la provoca, mientras que en el restante 20% se le une a reacciones causadas por infecciones, medicamentos, alimentos y aspectos ambientales, como el frío o el calor.
Se trata de urticaria aguda cuando la lesión dura menos de seis semanas y se convierte en crónica al rebasar este tiempo, explica la doctora Patricia Montero Mora, del Servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital de Especialidades.
Las investigaciones han demostrado que la mitad de los casos del tipo crónico se deben a un problema inmunológico, en el cual el organismo crea anticuerpos que atacan la piel, por ello, se le llama urticaria autoinmune.
Esta es la enfermedad de la piel más frecuente, que se caracteriza por la inflamación de la misma y la aparición de ronchas, lo que produce intensa comezón. Se presenta en cualquier parte del cuerpo, pero la cara es la más afectada.
Según la especialista, las ronchitas pueden desaparecer en unos días, pero si se mantienen durante más de seis semanas y desencadenan complicaciones como problemas para respirar, hablar y pasar los alimentos se convierten en una emergencia, ya que la inflamación de la piel y de los tejidos es tan grave, que puede obstruir la respiración y provocar la muerte.
Asimismo, comenta que la más conocida es la de reacción alérgica y aparece unos minutos o media hora después del contacto con el medicamento, alimento o el ambiente (frío o caliente), porque es liberada histamina por las células cutáneas, responsables de la aparición de la urticaria.
Hay que tener cuidado con ciertos alimentos, sobre todo, los hipotóxicos o que producen la liberación de la histamina: mariscos y pescados fritos o enlatados, la leche, huevo, fresas, chocolates, nueces, piñones y cacahuates, y todos aquellos productos procesados industrialmente que tienen saborizantes o colorantes, así como medicamentos (penicilina y aspirina).
