México está en el camino correcto, como uno de los pocos países que invirte grandes recursos en la prevención del delito y no sólo en su combate, destacó Antonio Luigi Mazzitelli, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El representante en México de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) destacó el esfuerzo mexicano, tras el fracaso de la estrategia de la “mano dura” en América Latina, que generó más violencia y delincuencia.
Entrevistado tras la inauguración de la Conferencia Internacional de Estadísticas de Gobernanza, Seguridad y Justicia en la Cancillería, dijo que México apostó por otro esquema, a través del Programa Nacional de Prevención del Delito, que se presentó oficialmente a principios de mayo.
La violencia sí se puede combatir y se debe combatir, dijo Mazzitelli y ratificó que México está en el camino correcto, pues las autoridades locales han comprendido que es un tema de su competencia directa y las federales le apuestan a la prevención.
Las causas de la delincuencia son diversas, como la ilegalidad, la falta de desarrollo y oportunidades para los jóvenes, los mercados ilícitos, así como la esacasez de participación de la ciudadanía.
“Cada situación requiere su medicamento. Como cada enfermedad requiere su antibiótico especializado”, expresó metafóricamente y agregó que en su opinión México ha iniciado “una serie de tratamientos radicales: la reforma de la seguridad y la reforma de la justicia”.
Son dos “cuadros generales” para empezar a dar respuestas concretas, si bien requieren trabajos complementarios a nivel territorial como la reorganización de las policías, de la administración de justicia, la movilización ciudadana en función preventiva y de acompañamiento hacia la seguridad.
Como elemento complementario, destacó el Programa Nacional de Prevención que se complementa con la respuesta a nivel local, donde las autoridades han entendido que el problema de seguridad y prevención “les pertenece en primera persona”.
Las respuestas en esta materia tienen que venir desde abajo, pues no se puede seguir con un enfoque de arriba hacia abajo. Es necesario que la comunidad, quien vive el problema, se involucre directamente, subrayó Mazzitelli.
El representante internacional destacó el éxito en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde hace cuatro años y medio “los empresarios me pedían la presencia de los Cascos Azules, y hoy se vive una situación distinta”.
Tal como pasó con el llamado Modelo Medellín o Modelo Sao Paulo, de recuperación de espacios públicos y reducción de la violencia, hoy tiene éxito el llamado “Modelo Juárez”, que se puede exportar a otras comunidades fronterizas en el mundo.
En su momento y entrevistado en el mismo contexto, el titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Eduardo Sojo Garza Aldape, destacó que en julio se dará a conocer la cifra de homicidios en 2013.
Por ahora, la cifra más reciente es la de 2012, que citaba 22 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Adelantó que también en breve estará al alcance del público la Encuesta Nacional sobre Victimización de Hogares y Establecimientos, con una radiografía más completa de los delitos en México, pues recoge la experiencia de personas en sus casas o negocios.
Se trata de una cifra más realista, en comparación con medir las denuncias presentadas, pues es sabido que muchos delitos no se denuncian.
