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La historia de muchos matrimonios hoy día… ¿Me divorcio o no?

German de la Cruz Carrizales

German se desempeñaba como funcionario público de la Secretaria de Gobernación. Se le había encomendado por parte de Seguridad Nacional, actualizar los planes de acción en casos de emergencias. La reunión era en el palacio de gobierno de Durango Capital.

Después de un día de arduo trabajo, cansado, pero satisfecho de poder concretar los acuerdos con los actores más importantes de sociedad duranguense, por cierto muy conservadora. Don Enrique que representaba dentro de este importante grupo a la banca y las finanzas por su sólida trayectoria. Siempre con su sabiduría y prudencias muy atinadas, facilitó las estrategias para darle el toque final al proyecto encomendado por la Presidencia de la República.

Se tenía preparada una cena como conclusión de los trabajos. En el segundo piso de esos edificios tan representativos de esta ciudad norteña, cuyo escenario majestuoso da un espectáculo de luz e historia, “La catedral Duranguense”, el jardín apacible y acogedor. La cena se desenvolvía en un clima de fraternidad, pues la gente del norte se ha caracterizado por ser excelente anfitriona. Había llovido y el olor característico de la lluvia en la vegetación le daba a la noche un perfume inigualable. Pero nada comparable con el caminar elegante de esa mujer que cruzaba la plaza engalanándola, como una princesa en los mismos jardines del cielo. Parecía que se detuviera el tiempo, y en cámara lenta Germán disfrutaba su porte distinguido, su cabello jugando hermoso sobre sus hombros y sus risos caían con una gracia simplemente hermosa detrás de sus delicadas orejitas. Su silueta perfecta, enfundada en ese vestido rojo, y su movimiento armonioso en conjunto con su esbelta figura. Sus ojos eran dos luceros y su sonrisa la alegría viviente, parecía la encarnación de la primavera.

Lo más disimulado que le permitía la emoción de ver a esa venus encarnada.  Germán se paró para seguirla viendo mientras desaparecía en el primer piso del edificio. Solo un acaricia a la vista y un suspiro quedaba de ese momento mágico que quedaría grabado para siempre en su mente.

Don Enrique de manera disimulada, sonreía ligeramente mientras observaba al joven ejecutivo. La madurez que le había dado la vida y la prudencia del momento lo hacían sentirse muy orgulloso. La cena continuaba, la música romántica y delicada a los sentidos hacía de esa noche en particular, algo muy especial. Don Enrique se para e instintivamente los presentes hacen lo mismo… esa musa del olimpo estaba frente a la mesa. German sencillamente entre abrió los labios y con los ojos a punto de salir de sus orbitas, quedó asombrado al ver tan cerca aquella mujer única. Don Enrique, con el protocolo natural de su personalidad dijo: “Caballeros, les presento a mi hija Laura, mi más grande orgullo, la niña de mis ojos”.

Ella con la simplicidad de una niña pero con la dignidad de una Reyna, simplemente expresó  “Buenas noches caballeros”. Su voz era más dulce de lo que hubiera imaginado. Ahí, sintió un profundo respeto, admiración, y un torbellino de emociones hacia explosión el  pecho de Germán.

Son esos momentos en donde la razón queda subordinada al sentimiento, Germán sabía que estaba pasando algo profundo en su corazón. Laura lo había cautivado totalmente. Dio un paso al frente, tomo su mano delicadamente y con una reverencia acercó sus labios para besar la mano blanca como la nieve y delicada como un pétalo de rosa roja.

Laura se sentó al lado de Don Enrique su padre y Germán a su lado. La charla versaba sobre temas de legalidad y los grandes temas del país. Laura estudiaba Leyes. Su conversación igual que su carácter era alegre, fluido, simple, de tal manera que cautivo a quienes compartíamos el pan y la Sal.

Esa noche fue trascendente tanto para Laura como para Germán.  Un regalo más, entre la noche nublada aparecía la luna en todo su esplendor y un tema de éxito “Lady in red”. En un momento pareciera que no existía nadie más en ese lugar, solo los dos. Cupido los había flechado, “l’amour, l’amour”.

Paso el tiempo, ellos se hablaban con frecuencia, y cada vez que había oportunidad German viajaba a Durando para visitar a Laura, siempre con la anuencia de Don Enrique, que vio desde un principio en Germán, al caballero ideal para su hija adorada.

Cada día estaban más compenetrados el uno con el otro, eran como dos almas gemelas, no había la más mínima diferencia o desacuerdo entre ellos. El siguiente paso era inevitable, unirse en matrimonio. La misa religiosa fue precisamente en la catedral duranguense, testigo de aquel encuentro mágico entre esos dos seres que se amaban. Fue todo un acontecimiento social, el amor estaba manifiesto en todo su esplendor en aquella joven pareja.

Su vida de matrimonio fue… como podríamos decirlo… PERFECTA!!! Nacieron de ese bello amor tres hijos.

Pasaron los años, y en el  X…avo aniversario de matrimonio, Germán había tenido que viajar a Paris, para una reunión cumbre. Laura lo había alcanzado allá, hospedados en el Hotel Plaza de Paris, y con la delicadeza que siempre lo caracterizo en su trato con su Amada Esposa Laura, le dijo: Cariño, ¿me podrías acompañar a un evento de protocolo muy especial? Por supuesto cielo, dime a qué hora debo estar lista. A las 19:00 Hrs.

Germán con la paciencia que le caracterizaba, esperaba a Laura en la sala de la habitación ya perfectamente vestido de Esmoquin. Se abre la puerta y ahí –como una Reyna aparece triunfalmente Laura-. Con un vestido de noche rojo, guantes blancos. Simplemente hermosa!!! Lucía una sonrisa radiante. Sus ojos se encontraron y Laura con su mirada expresiva cuestionaba “¿te parece que estoy convenientemente vestida de acuerdo a la ocasión?”.  German la ve y como analizándola, le dice “Creo que te hace falta algo”. Laura se sorprende, pues no es algo que caracterice a Germán, -esos comentarios-. Te hace falta un toque especial. Ella se observa a sí misma, como queriendo encontrar el que. German pone frente a ella un estuche, ella sorprendida lo ve. Él lo abre, es un collar de diamantes muy especial, engarzados en oro blanco, una pieza única en el mundo, hecha especialmente para Laura. Germán está tan enamorado o más que cuando la vio por primera vez. Le pone el collar a Laura y simplemente encaja de manera perfecta en aquel cuello elegante.

Salen de la habitación, y en el trayecto desde esta hasta la limusina, llaman la atención de propios y extraños, es como ver pasar a dos monarcas en un desfile de la más sofisticada realeza. El amor flota en el ambiente y claro que se contagia, se derrama, se comparte con quien se cruza por su camino.

El romance de la ciudad luz, del amor y por sus grandes monumentos, el paso por los Campos Elíseos, la Torre Eiffel y el trayecto hasta el aeropuerto Charles de Gaulle, digno de las más grandes historias de amor. Laura está sorprendida, pues creía que el evento se realizaría en Paris, pero no. Un Jet de doce plazas, los espera y despegan rumbo a Suiza, una copa y platicando sobre lo agradecidos que están con la vida, con Dios, por tanto amor. Las montañas de los Alpes suizos, son testigos de aquel amor, en esta noche hermosa.

El evento mago, es en el Teatro de la Opera en Zúrich, ahí reunida la cumbre de la Unión Europea, Germán se siente muy orgulloso del gran regalo de vida que Dios le ha dado a través de Laura, su amada Laura.

 

 

La vida les da un revés, y quizás, no sé porque, pero hay un distanciamiento y hasta una separación en esta relación de amor. Ha trascurrido un tiempo considerable de separación y tanto Laura como Germán no pueden simplemente vivir el uno sin el otro, hay mucho dolor…

 

¿Qué haría Laura?:

Si German, viniera arrepentido con Laura para pedirle perdón por lo que hubiera pasado.  Laura ¿qué diría?:

Si German, con el corazón en la mano, le pidiera a Laura que regresan para vivir nuevamente juntos; ¿Qué haría Laura?:

Si Dios les pidiera cuentas sobre el sacramento del matrimonio, ¿Cómo contestarían ambos?:

 

Y usted qué opina?

Participe en el programa de Lala, “Héroes que inspiran vidas”, proponiendo a esos héroes anónimos en la dirección electrónica  [email protected]

 

 (Le comparto este tema: “Chris De Burgh Lady In Red”) Haga clic en la dirección de abajo:

 

http://www.youtube.com/watch?v=0Xc3lbciXbw&feature=fvsr

 

 

Si aún no ha leído el artículo: “Existe el amor… PARA TODA LA VIDA???” , se lo recomiendo en: 

 

http://blogsiglo.com/archivo/1245.html

 

“Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque la verdad… insiste, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te enseñan y porque nadie es perfecto.

La vida da una segunda oportunidad para todo y pone a cada uno donde debe estar”.

 

"Despertar...es" 
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.


 “QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”

Germán de la Cruz Carrizales

  Torreón, Coahuila. México

                 MMXII

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