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Una historia fantástica que encierra…LA VERDAD MAS GRANDE DEL MUNDO!!!

German de la Cruz Carrizales

Una historia fantástica que encierra la verdad más grande del mundo… por desgracia y para nuestra vergüenza fue la que recientemente llegó a mis manos y que en estos tiempos hay que reflexionar profundamente. La solución está en nuestras manos.

 

Dios llamó a su hijo Jesús, y le dijo: “Ya no aguanto más tantas oraciones que recibo de los mexicanos para acabar con la delincuencia, la injusticia y la impunidad en su país. Así que te vas inmediatamente para allá, llévate un buen grupo de ángeles de tu confianza y pon en orden ese país”.

Jesús obedeció: Tiempo después (aunque en el cielo no hay tiempo) Jesús regresó con Dios. ¿Qué pasó hijo? ¿Cómo te fue? ¿Se arregló todo en México?… preguntó Dios.

Ay! Padre, contestó Jesús con cierto aire de dolor. Y Jesús narró lo que pasó: Formé un grupo especial de ángeles y aprovechando el año electoral y el descredito que los candidatos se  hacían entre ellos, logré ganar la Presidencia de México. La inmensa mayoría votó por mí, por ser Hijo de Dios.

De acuerdo a la proyección de las metas lo primero que hicimos fue construir penitenciarias grandes en cada municipio del país pues sabíamos que las íbamos a necesitar.

Atrapamos a todos los narcotraficantes y secuestradores junto con sus colaboradores. Desde ahí empezó el problema. Cayeron Gobernadores, Secretarios de Estado, Presidentes Municipales, dirigentes y funcionarios de partidos políticos, Jueces, Jefes de Policía, Militares, Banqueros, Funcionarios de Aduanas, Transportistas, Medios de comunicación, Artistas y hasta gente del Clero. Ni modo, todos a la cárcel, pero se desestabilizó el sistema por la ausencia de esas gentes en sus puestos.

Para mejorar la seguridad en la vía pública detuvimos a los conductores y confiscamos los vehículos en los casos de no traer placas, licencia o tarjeta de circulación, traer vidrios polarizados, conducir con alcohol en sangre, en sentido contrario o con exceso de velocidad, estacionarse en lugares prohibidos, traer gente en las bateas de las camionetas o camiones, violar leyes ambientales o llevar niños sentados en las piernas del conductor. Desde ese día desaparecieron el 80% de las motocicletas, el 50% de los taxis, el 95% del transporte público, el 20% de los vehículos de uso particular, el 95% de los vehículos de paraestatales. Tuvimos que crear grandes retenes -corralones- nuevos para esos vehículos y contratar miles de gentes para los trámites. Las calles empezaron a estar desiertas de vehículos pero llenas de gente sin poder trasladarse.

Envié a los ángeles a detener o multar a los ciudadanos que evadían impuestos, los que se robaban la energía eléctrica, los que tenían doble acta de nacimiento de sus hijos, los que recibían ayuda del gobierno sin tener derecho, los que tenían trabajos fantasmas (aviadores), los que se robaban cosas del centro de trabajo, los que simulaban enfermedad o lesiones para cobrar ayudas, los que vendían o compraban calificaciones en las escuelas, a los que vendían o compraron títulos universitarios, a los que tiraban basura en áreas verdes, a los que quemaban, a los que contaminaban el aire, los ríos, lagunas y mares; también a los que pagaron cohechos (mordidas) por trámites y a los que los recibieron, a las concubinas que se dieron de alta como madres solteras para recibir dinero; a los que compraban cosas robadas como gasolina, llantas, radios, refacciones de auto y ropa; detuvimos a los policías con antecedentes penales o positivos al dopaje; a los periodistas y dueños de periódicos que sobornaban o extorsionaban a los funcionarios y ciudadanos… y ya teníamos los planes para meternos a los sindicatos y escuelas para investigar a esa gente y castigar a los malos.

¡Estaba decidido a acabar con la impunidad, tal como lo piden los mexicanos!

¿Y luego? ¿Qué pasó? Preguntó de nuevo Dios.

Pues nada, dijo Jesús. Que se nos llenaron las cárceles y con la agilidad del sistema jurídico mexicano necesitábamos tener encerrados y alimentar a varios millones de mexicanos. Las calles quedaron desiertas. Dejaron de funcionar la mayoría de las empresas e instituciones importantes, en una palabra se paralizó México… México funciona gracias al sistema del que sus ciudadanos se quejan.

Bueno, intervino Dios, para eso te mandé, para arreglar las cosas… ¡Debiste quedarte a componer todo!

Jesús, sonrió, y le dijo a Dios: Padre, tengo -en contra mía- una orden de arresto por fraude electoral, enriquecimiento inexplicable, abuso de poder, falta de acta de nacimiento, estoy acusado de llegar a presidente aun siendo soltero, fuera de la edad requerida y además siendo extranjero. Me agregaron práctica ilegal de la medicina documentada en la Biblia, y el clero me inició juicio por practicar la magia también documentada en la Biblia.

Las marchas y plantones pidiendo mi destitución acabaron por desquiciar el país y mejor salí huyendo hacia acá.

Por eso Padre, dijo Jesús, mejor déjalos como están, que se acaben solos entre ellos y después hacemos otro país con gente que sepa apreciar lo que les diste de recursos naturales, ubicación geográfica, clima, agua en abundancia y tierra fértil.

Pero te suplico, no me mandes otra vez. ¡¡Con una crucifixión es suficiente!!

Verdad dolorosa: Muchos mexicanos quieren acabar con la impunidad, pero NO con la propia..., ¡solo con la de los demás! Este país necesita un cambio de fondo, que ciertamente debe empezar por nosotros mismos, en nuestras propias familias, y tomados de la mano de DIOS.

 

Cuanta verdad encierran todas estas palabras, México está fundado en la corrupción total desafortunadamente. Es sorprendente como existen personas que tienen que salir del país para poder aprender a hacer las cosas correctamente, tienen que aprender a seguir las reglas y leyes de ese país si es que quieres permanecer en él, y al final de cuentas vienes haciendo en otro país lo que nunca hiciste en el tuyo, eso sí son ironías de la vida. Si cada quien hiciera su parte por tener una Patria mejor y llena de valores humanos, otra seria la realidad de nuestro México. Y por cierto, vi el video que viene adjunto y créame eso es lo que se debería de recatar de todo lo horrible que pasa en nuestro país. Si tenemos algo maravilloso, lástima que no todos sabemos valorar lo que Dios no ha dado en abundancia. Dios nos bendiga a todos los mexicanos y gracias por compartir algo maravilloso y reflexivo. Valentina Villagrana

 

Buena historia, tristemente alguna vez leí...que estaba bien que se encerrara a todos los mexicanos delincuentes, pero ¿quién cerraría la puerta de la celda? Yo trato de hacer mi parte, no robo, trabajo duro, pago mis impuestos... Patricia García

 

Grandes verdades. María Ortiz

 

Tiene toda la razón esta reflexión... Hay que empezar por mí para ir poco a poco contribuyendo a que cambie todo esto que nos está devastando. Laura Nely Bautista Rodríguez

 

Y usted qué opina?

Participe en el programa de Lala, “Héroes que inspiran vidas”, proponiendo a esos héroes anónimos en la dirección electrónica  [email protected]

 

 (Le comparto este tema: “México en tus sentidos”). Haga clic en la dirección de abajo:

 

http://www.youtube.com/watch?v=PUTXIkvzXuM

 

 

Si aún no ha leído el artículo: “Hacemos a México cada día…AMOR A LA PATRIA!!!”, se lo recomiendo en: 

 

http://blogsiglo.com/archivo/966.html

 

“Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque la verdad… insiste, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te enseñan y porque nadie es perfecto.

La vida da una segunda oportunidad para todo y pone a cada uno donde debe estar”.

 

"Despertar...es" 
Un encuentro contigo mismo
Un libro que una vez
que inicias, no podrás dejar de leer.


 “QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”

Germán de la Cruz Carrizales

  Torreón, Coahuila. México

                 MMXII

 

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