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Expulsados por la violencia

Periférico

LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

"Cuando llegué un día del trabajo, ellos (los malos) ya estaban dentro de mi casa y nos sacaron. No nos dejaron sacar ni muebles, ni ropa, ni dinero, todo se quedó ahí", recuerda Ana María Zapata, habitante de la colonia Nuevo México al poniente de Torreón. Lugar donde los cárteles de la droga se instalaron para luchar por la plaza, sembrando la violencia en La Laguna.

"Ellos lo único que nos dijeron fue que nos retiráramos. Que esa casa ya no era de nosotros, sino de ellos. Todo el cerro era de ellos", comenta Ana María Zapata de 35 años. Esto ocurrió a inicios de 2008.

El panorama en la colonia Nuevo México es desolador. Casas abandonadas, paredes y vidrios con marcas de balas. La escenografía del lugar es muy distinta a la del Torreón del bulevar Independencia o al de los fraccionamientos residenciales, aquí se camina entre las piedras del cerro. Calles estrechas que parecen pasadizos secretos. En el lugar permanecen trincheras armadas con sacos de arena. Finalmente aquí se vivió una guerra.

En la pared de una vieja casa aún está pintada la "Z" que marcaba territorio. En esa misma habitación también se lee: "Chapos rifan". Son las pintas que evidencian la lucha de cárteles que se vivió no hace muchos años en Torreón. Arriba del cerro de la colonia Nuevo México se encuentra esta casa abandonada por una familia expulsada por la violencia.

El cerro es testigo mudo de una historia de olvido de parte de administraciones panistas y priistas. Paradójicamente la violencia ha obligado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a voltear sus ojos a este sector.

Aquí hay 198 casas. A consecuencia de la inseguridad sólo diez familias se quedaron a vivir y a partir de las acciones emprendidas por las autoridades han regresado otras 68. La gente que decidía quedarse a vivir era asesinada o secuestrada, recuerda Ana María. Otra era obligada a "trabajar" para los criminales lavándoles la ropa o preparándoles la comida.

"Ellos llegaban con las armas y nos decían: háganos de comer, lávenos, plánchenos". También los maleantes cuando les gustaba una jovencita se la llevaban y amenazaban a los familiares para que no presentaran denuncia.

José Ganem, director de Prevención Social del Delito, comenta que en esta colonia se han realizado acciones de reposición de puertas, ventanas, cableado eléctrico, tubería de cobre del agua, sanitarios, reconstrucción de techos, paredes y bardas, además de pintura exterior e interior.

Además las familias, en coordinación con las autoridades, realizan brigadas de limpieza de escombro y maleza. También se realizarán obras de reposición de luminarias, arbotantes, reposición de líneas de agua y drenaje.

El funcionario recuerda que antes de las acciones de gobierno, la colonia era un muladar. En las instalaciones de una escuela abandonada se proyecta crear una escuela de oficios y una guardería para las madres solteras, e incluso para las personas de la tercera edad que se quedaron al cuidado de los nietos.

Fue el 13 de febrero cuando los tres niveles de gobierno, en conjunto con las familias, iniciaron los trabajos de rescate de la colonia Nuevo México.

"A la par de la rehabilitación de las casas tenemos que trabajar en el cierre de duelos, que la gente vuelva a convivir con los vecinos. Tenemos el apoyo de psicólogos, sociólogos; la ayuda tiene que ser integral", dice el funcionario. En esta colonia el hijo de algún vecino llegó a matar a los hijos de otro. La violencia no hacía diferencias.

José Ganem recuerda que en alguna ocasión quisieron organizar un torneo de futbol en la colonia Nuevo México, pero fue imposible…aquí no hay jóvenes, muchos murieron al enrolarse en las filas del crimen.

Una historia similar es la que se vive en el Cerro de la Cruz. Ahí desde lo más alto es posible ver todo Torreón. Aquí la gente no abandonó sus casas, pero está muy dolida por la violencia, perdieron familiares y el gobierno por décadas los olvidó.

"Para nosotros es muy importante trabajar aquí en coordinación con los vecinos para ofrecerles mejores condiciones de vida. Tenemos que recuperar el tejido social, los valores", comenta José Ganem.

En este lugar se rehabilita un centro comunitario que en los últimos años fue utilizados para hacer fiestas que en un entorno de violencia se volvía peligroso ya que no había límite para alcohol.

"Recuperamos este centro comunitario para dar clases, habrá un gimnasio para practicar box. Queremos atraerlos al deporte, queremos ofrecerles opciones a los jóvenes de que pueden ser más, no sólo puchadores o halcones".

El Cerro de la Cruz pertenece al Polígono Tres de violencia de la ciudad, aquí se invertirá un millón 878 mil 911 pesos para su rehabilitación y creación de áreas de médicas, ludoteca, talleres y sala de usos múltiples.

Un millón 450 mil pesos se destinaron a la construcción de una techumbre de la cancha de basquetbol de la colonia Martínez Adame e instalación en áreas perimetrales de juegos infantiles y bebederos; remozamiento de área aledaña a la cancha de la colonia Libertad, nivelación de terrenos, instalación de iluminación, juegos infantiles, bebederos, y colocación de malla perimetral y a la rehabilitación de una cancha de la colonia Vista Hermosa, juegos infantiles y bebederos.

Los otros dos polígonos están localizados en las colonias Las Carolinas y Santiago Ramírez, también en ellas se invierte más de un millón de pesos respectivamente, para mejorar sus condiciones de vida con proyectos integrales.

A pesar del dolor de los recuerdos, Ana María Zapata dice que muchos vecinos de la Nuevo México desean regresar a sus viviendas. Aquí no pagan renta pues son propietarios y muchas familias siempre han vivido aquí.

Ana María es parte de la comisión de ciudadanos que trabaja de manera conjunta con el gobierno para el rescate del sector, afirma que la colonia ahora está muy limpia y poco a poco se recobra la vida.

"Ya se ve todo muy diferente. La gente ha venido a limpiar sus casas. Más de 200 personas están trabajando para regresar a su casa. Los domingos vienen para hacer la limpieza, esto es lento porque… no se puede reconstruir de la noche a la mañana".

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