Negativo. Debido a los cambios en la Reforma Fiscal, los consumidores han tenido que reducir el consumo de ropa y refrescos.
Los nuevos lineamientos fiscales han impactado el poder adquisitivo de los hogares en el país, debido al aumento de precios vía impuestos y el alza en la canasta tradicional de productos en los segmentos de bajos ingresos, aseguró el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su comentario semanal, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE, consideró que además del impacto en el bolsillo de los trabajadores, se añaden cargas y candados que desincentivan la inversión de las empresas y que favorecen la informalidad.
"A casi cuatro meses de que entraron en vigor los nuevos lineamientos fiscales, lo que es claro es que éstos no están favoreciendo, en su conjunto, un mayor crecimiento y empleo.
"Al contrario, todo apunta a que el poder adquisitivo de muchos hogares se está viendo impactado por los aumentos de precios vía impuestos, con alza en la canasta tradicional de productos de segmentos de bajos ingresos", subrayó.
El líder empresarial insistió en revisar las reglas fiscales, pues las elevadas tasas de dividendos y del ISR golpean la competitividad, dijo.
Resulta fundamental disminuir la tasa de retención sobre intereses y revisar los resultados de medidas como el IEPS a bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico.
También planteó reconsiderar la deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones laborales y de previsión social, ya que estas quedaron acotadas al 53 por ciento con las reformas.
Gutiérrez Candiani consideró que está pendiente una reingeniería del gasto público de gran calado, que garantice recursos suficientes orientados a áreas prioritarias para el desarrollo económico, a fin de generar una sinergia con las inversiones del sector privado.
LE BAJAN
En el primer trimestre de este año, los mexicanos han disminuido por razones económicas su consumo de algunos productos y servicios básicos.
Una encuesta de Grupo Reforma revela que 58 por ciento ha reducido el consumo de luz y gas en su hogar, mientras que un 69 por ciento, en gasolina, todos vinculados con la reforma energética. El 73 por ciento también ha reducido el consumo de refrescos y bebidas azucaradas, en tanto que 65 por ciento ha limitado la compra de botanas, dulces y golosinas, productos a los que se les aplicó un gravamen especial con la Reforma Fiscal.
También se ha tenido que moderar la compra de ropa y calzado, a decir de 63 por ciento, lo mismo que el consumo de carne (62 por ciento) y de pan (52 por ciento).
De igual forma, alrededor de 60 por ciento ha restringido sus salidas a restaurantes, cines o lugares de entretenimiento por cuestiones económicas.
