Asisten. Más de mil lerdenses estuvieron presentes en la edición vigésimo séptima del Viacrucis.
El fervor religioso se vivió en Lerdo con el Viacrucis viviente. Como cada año se dieron cita alrededor de mil 500 personas, en diferentes puntos de la Ciudad Jardín para ver la pasión y muerte de Jesucristo.
Participaron más de 70 jóvenes y adultos, de los grupos parroquiales, en lo que fue la edición vigésimo séptima de la representación.
El padre Ricardo Tabares, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús habló en cada estación de la desigualdad social, migración, inseguridad, violencia y narcotráfico, como viacrucis que diariamente vive el pueblo mexicano.
"Hoy tenemos que ser solidarios con todos los que sufren, con todos los que padecen, porque en cada uno de nuestros sufrimientos está Jesucristo que por nosotros padeció y murió.
"Jesucristo está vivo y está entre nosotros sigue padeciendo y sufriendo en los más débiles, en los que sufren. En los migrantes, en los alejados que aún compartiendo la misma fe, se sienten marginados".
Por su parte, la Dirección de Protección Civil de Lerdo reportó saldo blanco durante el recorrido que duró más de dos horas. No hubo necesidad de brindar atenciones médicas.
En puntos estratégicos se ubicaron agentes de Tránsito y Vialidad para coordinar el evento religioso.
CRUCIFICADO EN SAN ISIDRO
Poco después de las once de la mañana la plaza principal ya lucía llena. Hasta los teléfonos públicos sirvieron de asiento para obtener la mejor vista de la escenificación.
De entre el tumulto, salieron los soldados romanos que empujaban y golpeaban a Jesús, "¿Por qué le pegan?" preguntó una niña a su padre. Él le respondió que al final del Viacrucis entendería la razón.
En el escenario de la Plaza de Armas presentaron a Jesús ante los sumos sacerdotes, finalmente el pueblo pidió la crucifixión de Jesús. Así iniciaron el camino de tortura, humillación y azotes. El contingente avanzó por la calle Sarabia, luego tomó la calle Allende hasta llegar a la colonia San Isidro, viraron en la calle Juan Villegas con rumbo al "cerrito" donde se ubica el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Luego de revisar el estado de salud de los actores, se llevó a cabo la representación de la crucifixión. Cientos de personas sacaron sus celulares y tabletas para captar el momento. Finalmente, el párroco Ricardo Tabares agradeció a los asistentes y les pidió silencio y reflexión durante las próximas horas para posteriormente vivir la resurrección de Jesús el próximo domingo.
