Serpentario
Todo parece indicar que los tambores de los nuevos tiempos tocan a un viejo ritmo donde los crótalos de más alta investidura del poder traen sus baquetas muy bien agarradas y están, entre todos, haciendo y deshaciendo villanos y culpables para después declararlos inocentes o viceversa.
Coincidentemente mientras que en Coahuila avanza “la investigación” del moreirazo a paso demasiado lento con un solo implicado y detenido en los Estados Unidos, que no es el único seguramente, ahora resultó que en Michoacán y a ochos años de que el nieto del “Tata” Cárdenas dejara de ser gobernador se dieron cuenta de que un cercano colaborador, del tipo de Villarreal el de Coahuila, y sin que su jefe lo supiera (igual que en Coahuila) había saqueado al Estado de Juan Colorado.
Casualmente ese anuncio se hizo el mismo día y hora en que Cuauhtémoc Cárdenas levantaba su voz en el zócalo para promover la consulta popular nacional sobre el tema de la tan amañada Reforma Energética con las fuerzas vivas, muy vivas del PRD.
Como que los diablos se dieron cuenta a casi dos sexenios que ahí faltaba lana y justamente el 18 de marzo y casualmente con el hijo de Cuauhtémoc, ¡qué oportunos, qué certeros!
Por otro lado, allá en Durango, se creó una comisión “investigadora” de diputados priistas para promover todo un proceso y determinar con qué diablos el exgobernador Hernández Deras hizo una fiesta que según los que saben costó diez millones de pesos; ¡algo ofensivo para los pobres duranguenses!, así lo declaró el líder del PAN en esa cámara. Pero luego echaron reversa y todo terminó con que ya había sabido de dónde le llegó el dinero al exgobe y pues ya no hay que investigar y la comisión desapareció. Como nació, murió. Sin pena ni gloria.
De pasada recibieron la regañada del crótalo mayor ¡Ave César! Camacho quien descalificó que unos simples diputadetes del Estado, unos mugrosos, -casi dijo, quieran investigar a un todo un Señor Senador de la República, a su alteza serenísima, como diciendo que esas pulgas no son para su petate.
Luego, el líder de los autodefensas en el sur de México y creador de este movimiento que se codeaba con la crema y nata del Gobierno federal ahora se dice que es un criminal de poca monta, peor que “El Chapo”, al que por cierto como Aburto no lo hemos vuelto a ver. A lo mejor al rato nos lo presentan en una caricatura como una blanca paloma que está ayudando al gobierno para detener a más delincuentes.
Nomás con que no nos lo quieran poner en La Rosa de Guadalupe porque ya sería el colmo.
Como que entre el PRI, PAN Y PRD internamente se andan dando con todo y se sacan sus trapitos para poner un “tate quieto” a algunos que aspiran a meterse en las sagradas nóminas tantas veces saqueadas, pero afortunadamente no acabables del gobierno.
Pero así es la política, como una buena madre, ama hasta al hijo más malcriado.
Lo que no tiene ma....nera es que jueguen con las investigaciones y las certezas, no sospechas, de su mal actuar. No es posible que en estos tiempos de tanta tecnología la mano derecha, la del poder, la que manda, no sepa por años lo que estuvo haciendo la izquierda. Una cosa es hacerse y puede ser por dos razones: que se repartieron de lo hurtado o que la mano derecha era una inepta como para no checar de vez en cuando que dos por dos siempre serán cuatro; pero que no nos quieran ver la “P” en la frente.
He ahí la clave para no dejar el gobierno, si estás adentro, estás protegido, si te mueves y pisas raya pues te queman, algo así como le pasó a Adrián Soria en Durango, a Tomás Yarrington, a Andrés Granier, a Elba Esther Gordillo y a otros que osaron tratar de no reptar para convertirse en aves y volar con sus propias alas sin que el dueño de la jaula les diera permiso. Y a la jaula irán, al menos por un rato.
En este serpentario político la que no te escupe te muerde y no hay antídoto...bueno, sí hay, se llama voto y con él, si la justicia divina grabada en letras de oro en la Constitución no les hace daño, al menos que sí lo haga la justicia del pueblo.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.
