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'Ahora me toca ser fuerte'

EN UN ACTO HEROICO, UN JOVEN RESCATÓ A SUS HIJOS DE UN INCENDIO

En paz. Magdalena Baldivia dice que el sacrificio de su esposo, Víctor Hugo Carrillo, le dará fortaleza para sacar a sus hijos adelante.

En paz. Magdalena Baldivia dice que el sacrificio de su esposo, Víctor Hugo Carrillo, le dará fortaleza para sacar a sus hijos adelante.

EDITH GONZÁLEZ

Como un hombre alegre, dedicado a sus tres hijos y con un inmenso amor hacia ellos, recuerda Magdalena Baldivia Estala, a su esposo Víctor Hugo Carrillo Jáquez, quien falleciera el pasado miércoles tras las quemaduras que sufrió al salvar de un incendio a dos de ellos.

Magdalena Baldivia está en la casa de su madre ubicada en el ejido El Fénix de Matamoros, con sus pequeños: Milagros, de 2 meses y Hugo, de 5 años. Darwin, su otro hijo, duerme en uno de los cuartos.

Ella está sentada en el sofá de la sala y se muestra serena, su semblante tiene un dejo de tristeza, pero nunca se le quiebra la voz ni llora, dice "Ahora me toca a mi ser fuerte y si ya no lloro es porque ya lo hice muchas veces ya no puedo más".

Comenta que está tranquila, pues los días posteriores al incendio que se registró el 31 de marzo pasado, fueron de sufrimiento para todos, pero en especial para su esposo.

"Estaba sufriendo. El martes -un día después de su ingreso a la clínica 71- estuve platicando con él y luego le dio un paro cardiaco y ya no despertó", dice.

El último recuerdo que tiene de él en vida fue una sonrisa. "Con todo y su dolor, él me sonrió, me dijo -No me arrepiento de haberme quemado porque salvé a mis hijos- y yo le contesté -eres el ángel de mis hijos- y a pesar de todo lo que él sentía, sonrió". Luego entró a quirófano y vino el paro cardiaco.

Magdalena Baldivia, dice que su esposo cumplió como padre y esposo, pues, pese a las limitaciones económicas que pudieran presentarse debido a que era operador de una empresa y no recibía un sueldo oneroso, le gustaba convivir con su familia fuera de casa.

"Le gustaba mucho llevarlos a pasear, él no quería que se perdieran de ninguna exposición, de la que se enteraba se los llevaba el primer día, donde quiera los traía".

La última a la que asistieron, fue a la de las Fuerzas Armadas que se inauguró el pasado 22 de marzo.

Magdalena lo recuerda como un hombre deportista, pues le gustaba ir a correr a la deportiva, jugar futbol y de buen carácter.

"Era muy risueño, siempre se andaba riendo y te contagiaba de su buen humor". Ambos tenían 12 años juntos, pues su noviazgo comenzó en la secundaria del ejido Coyote, de donde ambos eran originarios y cinco años después de iniciada la relación se casaron.

"No será fácil, pasamos muchas cosas juntos, pero aprendí de él porque jamás desprotegió a sus hijos, para él primero fueron ellos, después ellos y al último ellos, todo en él estuvo muy bien yo estoy agradecida porque gracias a él mis hijos están aquí". Hasta el momento, de sus tres hijos, sólo el mayor, Hugo, ha resentido la ausencia de su padre.

El niño dice al escuchar a su madre hablar durante la entrevista- "Mi papá está con Dios, es un ángel y desde el cielo nos va a cuidar, va a tener un teléfono en el cielo y cuando yo le hable él me va a contestar", luego juguetea con la niña.

Magdalena comenta, sin embargo, que el niño al ver los videos de aquellos paseos junto a su padre, se pone a llorar.

Durante el incendio registrado en su domicilio ubicado en la calle Eglantinas número 452 de la colonia Quintas Los Laureles de Torreón, Victor Hugo Carrillo lanzó por la ventana a la pequeña Milagros para que unos vecinos la atraparan. No pudo hacer lo mismo con Darwin y lo cubrió con su cuerpo quemándose casi por completo. Los niños resultaron ilesos. Magdalena y Hugo, el mayor de sus hijos, habían salido al Jardín de niños.

Los últimos días del hombre fueron en el área de quemados de la Clínica 71 del Seguro Social. Estuvo sedado, ya que presentó quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo y posteriormente cayó en coma. Jamás volvió a ver a sus hijos.

Fue sepultado el pasado viernes en el ejido Coyote. Magdalena y sus tres hijos están en la casa de su madre Rosa Estala, pero planea regresar a su hogar y reconstruirlo, ya que en el incendio perdió todo.

"No me quedó ni nuestras fotos juntos, todo se quemó, pero su recuerdo siempre estará aquí con nosotros, sus hijos sabrán lo que su padre hizo por ellos, que fue el ángel que los cuidó en la Tierra y ahora lo hará desde el cielo".

Apoyo

La familia de Víctor necesita ayuda.

⇒ Las personas interesadas en ayudar a Magdalena Baldivia y sus hijos pueden contactarlos a través del 8712210452.

⇒ Actualmente se encuentran alojados en el ejido El Fénix de Matamoros, ubicado a un costado del ejido Coyote, con su madre Rosa Estala, en donde permanecerán esta semana.

⇒ Necesitan: Ropa para niños, muebles, pintura y efectivo, principalmente.

Amor. En la sala de  la casa de su madre, ubicada en El Fénix, Magdalena y Hugo recuerdan el 'acto heroico' de Víctor Hugo.
Amor. En la sala de la casa de su madre, ubicada en El Fénix, Magdalena y Hugo recuerdan el 'acto heroico' de Víctor Hugo.
Sobrevive. Hugo, de 5 años con su hermana, Milagros, de dos meses, quien fue lanzada por su padre a unos vecinos en el incendio.
Sobrevive. Hugo, de 5 años con su hermana, Milagros, de dos meses, quien fue lanzada por su padre a unos vecinos en el incendio.
'No será fácil, pasamos muchas cosas juntos, peroaprendí de él porque jamás desprotegió a sus hijos”. MAGDALENA, Esposa.
'No será fácil, pasamos muchas cosas juntos, peroaprendí de él porque jamás desprotegió a sus hijos”. MAGDALENA, Esposa.

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Escrito en: Víctor Hugo Carrillo

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