Pasarela de verano, 2004.
Se trata de una tradición que reúne por siete días a personalidades del mundo de la moda, el espectáculo y el sector comercial e industrial, con un único objetivo: ocupar los front rows y tomar nota de las nuevas tendencias del año.
La Semana de la Moda es un acontecimiento social conocido en todo el mundo, que tiene lugar durante siete días y es celebrado en las capitales más importantes como París, Nueva York, Milán, Madrid, Londres y Tokio, de la mano de diseñadores de renombre, quienes presentan sus últimas colecciones de otoño-invierno y primavera-verano.
Estos eventos han de realizarse meses antes de la temporada, con el fin de dar tiempo a los fabricantes de ofrecer una muestra de sus creaciones. Asimismo, los comerciantes tienen oportunidad de adquirir los materiales que requieren, además de introducir los diseños en el mercado detallista.
Se trata de un evento que supone una cita obligada para personajes de diversa índole, que incluye a compradores de las principales tiendas, diseñadores y ejecutivos de la industria, redactores de las revistas de moda, miembros de diferentes medios de comunicación, celebridades y personalidades del mundo del arte, la música, la moda, el cine y la televisión, quienes ocupan las famosas front rows de las pasarelas, con afán de tomar nota de las principales tendencias.
A las tradicionales Semanas de la Moda, se han ido sumando eventos nuevos, que tratan de situarse al mismo nivel que las más importantes y consolidadas.
ACONTECIMIENTOS QUE CREARON POLÉMICA
La Semana de la Moda es un acontecimiento conocido en todo el mundo, que además de causar expectación y admiración por las características que encierra, también incluye polémica.
En 2013, la Semana de la Moda en Río de Janeiro terminó en debate. Aproximadamente cuarenta modelos negras se quitaron la ropa, con el propósito de defender un aumento de la representación de su etnia en las pasarelas de la moda de Brasil, pues consideraban que la ausencia de negros en los desfiles de moda refleja que en el siglo XXI aún sobrevive una clara cultura de esclavitud.
Otro caso fue el del diseñador brasileño, que durante la Semana de la Moda de São Paulo, utilizó modelos con pelucas hechas a base de esponja de aluminio o estropajo, inspiradas en el cabello afro. La producción pertenecía a la colección primavera-verano 2013-2014, y las pelucas fueron confeccionadas por Ronaldo Fraga, en asociación con el maquillista Marcos Costa. El estilo recibió duras críticas en los medios de comunicación, y ambos fueron acusados de discriminación racial en las redes sociales.
Costa, buscando la defensa de su diseño, declaró: “Queríamos mostrar la belleza del pelo afro y cómo puede ser esculpido. Fue una manera de subvertir el prejuicio arraigado en la cultura brasileña. ¿Por qué las personas negras tienen que alisarse el cabello? Es hermoso”.
En ese mismo año, otro acontecimiento que fue motivo de dimes y diretes, fue el regreso de John Galliano a las pasarelas de la mano de Óscar de la Renta, lo que provocó furor entre los amantes de la moda en Nueva York, y grandes controversias fuera de ellas, debido al vestuario que lució el diseñador por las calles de la ciudad con toques de judío ortodoxo.
Si centramos nuestra atención en las modelos que desfilan por las pasarelas, observaremos que tampoco ellas han quedado exentas de debate y discusión. El libro The Vogue Factor, escrito por la exeditora de Vogue, Kirstie Clements, revela sin tapujos la oscuridad que encierra el mundo de la pasarela, donde, de acuerdo con la autora, las modelos pasan un auténtico infierno para poder formar parte de los desfiles, especialmente los de París.
La exdirectora de Vogue dice que para algunas sesiones de fotos, las modelos pasan hasta tres días en ayunas. “Comer antes de un desfile se considera un auténtico pecado. Algunas no prueban bocado, hacen una dieta de quinientas calorías diarias, otras abusan del deporte, de los laxantes, inclusive de drogas e inyecciones para acelerar el metabolismo. Para matar el hambre, llegan a ingerir papel mojado”.
Estas afirmaciones han creado un auténtico revuelo, pues a la autora se le ha recriminado fuertemente por sus años de silencio.
TENDENCIAS PRIMAVERA-VERANO 2014
Las grandes firmas de moda ponen sobre la mesa los colores que marcarán tendencia esta primavera-verano 2014, así como las prendas que no podrán faltar en el clóset.
El blanco en su totalidad, o bien, combinado con el negro, el azul en sus distintas tonalidades, los tonos rojos oscuros, como el cereza, el burdeos o el granate; el gris claro, el amarillo, el café o el color hueso, son gamas por los que han apostado los grandes diseñadores para la vestimenta de este 2014.
Del mismo modo, en las prendas reinarán los estampados como el animal print, tal y como defienden firmas como Michael Kors, que lo presenta en colores vivos; o Roberto Cavalli, que dibuja el estampado animal en blanco y negro, y en prendas vaporosas. Otro estampado que inundará las prendas de esta primavera-verano es el «floreral», que aparece con cierto toque japonés de la mano de Stella McCartney y Giambattista Valli, con estilo hippie en Moschino, con un punto psicodélico en Givenchy, y bordados en Prada.
Otro estilo que estará de moda, y por el que apuestan importantes firmas de la talla de Gucci, Fendi o Louis Vuitton, es el geométrico.
En cuanto a los pantalones, el pitillo queda a un lado y ahora los diseñadores optan y apuestan por pantalones anchos junto a tacones de cuña, dando lugar a los pantalones de «pata de elefante». Así, las prendas oversize serán una tendencia en sí mismas.
También se llevará el estilo hindú, con faldas por la rodilla con pantalones debajo, una mezcla que hacía años que no se veía en las pasarelas y que llega nuevamente gracias a Givenchy, entre otros.
La tendencia en faldas para 2014 es de lo más variada, incluyendo las de tubo, por debajo de la rodilla o, por el contrario, muy cortas y con volumen.
Las transparencias y el encaje tratados con suma elegancia y mucho glamour, se mantienen en esta temporada. Asimismo, se encontrarán tejidos brillantes, como el lamé, una opción popular y común en la vestimenta femenina, la cual suele utilizarse en atuendos elegantes, detalles y acabados.
Una idea óptima para el lamé dorado o plateado, puede ser la de contrastarlo con colores oscuros o neutros, mismos a los que se recurrirá con frecuencia en estos meses de calor.
Una vez conocidos las tendencias y colores de esta temporada, lo importante es encontrar un estilo propio que ofrezca comodidad y confianza a quien lo porta.
El reto en realidad es ese: encontrarse a sí mismo en lo que ofrece la industria de la moda, y vestir de acuerdo a la personalidad de cada quien, pues lejos de la moda, cada ser humano es único, diferente e irrepetible.
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