El costo-beneficio es un razonamiento basado en el principio de obtener los mayores y mejores resultados de un esfuerzo invertido, tomando en cuenta la eficiencia técnica y también el bienestar humano, todos los hechos y actos pueden evaluarse bajo esta lógica, aquellos dónde los beneficios superan el costo son exitosos y en caso contrario fracasan. El análisis de costo-beneficio pretende determinar la conveniencia de un proyecto mediante la enumeración y valoración posterior en términos monetarios de todos los costos y beneficios derivados de manera directa e indirecta de dicho proyecto. Lo anterior se aplica a obras sociales, proyectos colectivos o individuales, empresas privadas, planes de negocios, etc., prestando atención a la importancia y cuantificación de sus consecuencias sociales y económicas.
El año pasado, en la Convención Minera Internacional de Acapulco, el presidente de la Asociación, el duranguense José Martínez Gómez urgió a la Federación a dialogar para evitar una crisis en el sector ante la posibilidad -hoy una realidad- de la aprobación por parte del Gobierno federal de un gravamen tributario adicional del 7.5% a la minería y que, como consecuencia de ello, se desencadenara una desinversión en este importantísimo sector y la relocalización de proyectos hacia otras naciones en lugar de México. Se advertía que a elevación de impuestos a la producción minera con un 7.5% adicional, colocaría a México como uno de los países más caros en materia tributaria y sacaría a nuestro país de la competencia mundial por la atracción de capitales destinados a la minería. La industria minera era la cuarta industria más importante de México generando más de dos millones de empleos directos e indirectos y más que nunca, requería de todo el apoyo del Gobierno para continuar generando inversión y empleo.
El Distrito Chihuahua de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, A.C. llevó a cabo la semana pasada la X Conferencia Internacional de Minería, en este evento que reúne cada dos años a la comunidad minera de México y a muchos participantes internacionales, el C.P. Humberto Gutiérrez-Olvera Zubizarreta. presidente de la Cámara Minera de México, entre otras cosas enumeró algunos datos importantes de la situación en el sector minero mexicano, sector éste que en la historia de nuestro país, ha sido un ejemplo de empeño y evolución hacia la modernidad; es un sector muy dinámico que ha contribuido de manera notable a la construcción de un México más próspero y competitivo.
La industria minera ha enfrentado con éxito los retos mayúsculos que representan los cambiantes precios de los metales, se ha modernizado usando tecnologías de punta en la operación y en la seguridad de las minas, ha evolucionado permaneciendo competitiva y rentable y su vocación emprendedora le ha permitido su eficiente actividad y su subsistencia. Sin embargo, el año 2013 fue un año que presentó particulares desafíos; la turbulenta economía mundial mantuvo los precios de los metales en un camino descendente, el precio del oro cayó 26%, el de la plata 23%, el cobre 11% y el Zinc 1.5%, prácticamente todos los metales retrocedieron en su valor.
De manera paralela, se concluyó por parte del Gobierno federal la imposición de más derechos mineros y esto, junto con la caída de los precios, ya registra los primeros impactos negativos.
El valor de la producción minera decayó 16% lo que representa un significativo revés, luego de haber mantenido crecimientos constantes en los últimos diez años. Las exportaciones mineras descendieron 19% y el sector minero bajó al quinto lugar como industria generadora de divisas, después de haber ocupado y mantenido la cuarta posición en los años anteriores.
El empleo minero ha sido una de las mayores afectaciones, muestra una muy marcada desaceleración de 79%. En el año 2013 se generaron solamente cuatro mil nuevos empleos, una cifra muy distante de los 18 mil ochocientos que se generaron en el año 2012.
También en el plano internacional se perdieron posiciones. En la atracción de inversión en exploración, Chile alcanzó a México en la cuarta posición y Perú ganó terreno al pasar del sexto al quinto lugar. Los primeros tres sitios los ocupan Canadá, Australia y los Estados Unidos.
Al término del año 2013 se tenía el reporte de 104 proyectos suspendidos y el estudio del Fraser Institute de Canadá, ubicó a México con retrocesos en todos sus indicadores. Según este reporte, el índice de potencial minero mexicano perdió cuatro lugares para ubicarse en el lugar 22, perdiendo en la atracción de inversión también cuatro lugares y nos fuimos al sitio 31. Los retrocesos más importantes se encuentran en especial en el índice del régimen fiscal.
Estas condiciones locales y globales han motivado a las empresas mineras a revisar sus estrategias de crecimiento para ser más eficientes y garantizar los beneficios que este sector ha proporcionado a nuestro país.
Un reto adicional para el sector minero es lograr un trabajo conjunto con las autoridades para garantizar el acceso a la tierra bajo un estricto apego al estado de derecho y ofrecer seguridad jurídica a los inversionistas una vez que todos los permisos, normas y reglamentos hayan sido cumplidos a cabalidad para que los proyectos avalados por un sólido sustento legal no corran el riesgo de interrumpirse o cancelarse.
El lema de la X Conferencia Internacional de Minería "Minería Sustentable y Responsable con la Sociedad", engloba lo que es la minería mexicana del siglo XXI. En nuestro país hay 33 grupos mineros que cuentan con el distintivo de Empresa Socialmente Responsable, 100 empresas mineras participan en el Programa de Industria Limpia de PROFEPA y tres grupos mineros forman parte del índice Verde de la Bolsa Mexicana de Valores.
Volviendo a lo dicho en el primer párrafo respecto a la relación costo-beneficio, me pregunto si el Gobierno federal nos podría explicar cuál es el beneficio, si es que lo hubo, de este tan alto costo de las nuevas imposiciones mineras.
