'Eres el ángel de mis hijos'

"Eres el ángel de mis hijos" le dijo Magdalena a su esposo cuando volvió en sí. Él no dejaba de preguntar por la salud de sus pequeños, debido a que horas antes los había rescatado de las llamas.

Sentada en la sala de espera del Segundo piso de la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, Magdalena Valdivia se exalta cuando preguntan por ella. Su esposo Víctor Hugo Carrillo se encuentra en quirófano y su pronóstico no es favorable.

"Está grave, estoy esperando noticias de él", es lo primero que dice con la voz entrecortada y luego, con voz pausada, empieza a narrar el incendio y la hazaña de su esposo.

Eran las 8:50 de la mañana del lunes cuando Magdalena salió de su domicilio para llevar a su hijo al Jardín de niños.

La mujer pasó a una tienda a comprar leche y pan para desayunar, mientras su esposo, Víctor Hugo Carrillo López, cuidaba a sus hijos Darwich, de 2 años y Milagros, de 2 meses.

Cuenta Magdalena que Carrillo López estaba en la parte alta de la casa con la niña cuando el pequeño decidió bajar a la sala. En ese instante salía humo de uno de los sillones que se encontraba frente a un conector sin apagadores y el niño corrió a avisarle a su padre.

Víctor Hugo fue a ver lo que sucedía, pero dejó a la niña en la habitación de arriba, por lo que al ver la humareda, corrió por ella para sacarlos a ambos de ahí. Pero al regresar las llamas ya se habían propagado por toda la parte baja e impedían la salida.

La primera escena que vió Magdalena al regresar fue a su casa envuelta en llamas y a su esposo lanzando a su hija Milagros de dos meses por la ventana, para salvarle la vida.

"Cuando llegué volteé y lo vi en la ventana con la niña y a unos muchachos esperando atraparla. La niña cayó en sus brazos y yo corrí para pedir ayuda".

Víctor Hugo abrazó a su pequeño Darwin de 2 años para protegerlo del fuego e intentó salir, pero no pudo. Las llamas se había propagado. El hombre decidió regresarse a las habitaciones de arriba, en donde la visibilidad y el aire eran insuficientes por la humareda. Además el fuego avanzaba rápidamente.

En ese momento vio como el pequeño se desmayaba y después sintió una sensación similar, sin embargo, las llamas empezaron a ser sofocadas y a entrar aire limpio lo que permitió que siguiera de pie.

"Él decía que pensaba que se iban a morir y me dijo -yo lo que hice fue que abrace a mi hijo porque ya era mucho el humo, era mucha lumbre, ya me iba a tirar al suelo cuando empecé a respirar aire limpio y vi a dos muchachos enfrente de mi-"

De inmediato les entregó al niño y salieron del lugar.

En un taxi fueron trasladados a la Cruz Roja y de ahí al Hospital General de Zona Número 16. Los menores fueron dados de alta a las 3 de la tarde. Darwin sufrió lesiones leves, pues el cuerpo de su padre lo protegió en todo momento. La niña no presentó complicaciones.

 ESTÁ DELICADO

La salud del padre fue la más afectada, pues sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en pecho, brazos y rostro, por lo que fue internado en la UMAE 71.

Víctor Hugo permaneció sedado por horas y al despertar la primera pregunta que hizo fue ¿Cómo están mis hijos? La contestación lo llenó de satisfacción, pues su sacrificio no había sido en vano.

"El se reía en la mañana porque yo le dije que -eres el ángel de mis hijos- porque él los cubrió para que no se quemaran, la lumbre le llegaba él y eso no le importó, aguantó hasta más no poder", dice entre sollozos.

Víctor Hugo sufrió un infarto durante el procedimiento quirúrgico, pero se recuperó y fue enviado a terapia intensiva en donde permanecía hasta ayer por la tarde.

Él es empleado de una fábrica denominada Transformadora Industrial. Magdalena no trabaja y tiene tres niños. En el incendio lo perdieron todo.