Paro. Un grupo de policías descansa en una plaza durante una huelga general. Se les acusa de delito de rebelión.
El gobernador Arturo Núñez Jiménez llamó a los policías en paro desde hace dos semanas a que se reintegren en lo inmediato a sus labores o de lo contrario se iniciarán contra ellos procesos administrativos y laborales para que sean cesados.
"A quienes no acudan al llamado, les informo que se desahogarán los procedimientos administrativos y laborales correspondientes para concluir con la relación de trabajo por faltar de manera injustificada a desempeñar las actividades para las que en su momento fueron contratados", advirtió.
Sostuvo que "en el caso de que existan imputaciones penales, éstas seguirán su camino".
Sin mencionarlos por su nombre, el gobierno ha dicho que los dirigentes del paro "ilegal" incurren en los delitos de rebelión, motín, asonada y ejercicio indebido del servicio público. Las cabezas son el agente Isabelino León Miranda y el comandante José Lourdes Osorio.