Las galletas con chispas de chocolate son prácticamente del gusto de todos sean chicos o grandes. (ARCHIVO)
Para concluir nuestras entregas de Cómo se inventó de esta semana, dando como en ocasiones anteriores gusto a los lectores, te presentamos esta vez la historia de un alimento que seguramente consumes y que es prácticamente del gusto de todos, las galletas con chispas de chocolate.
Hornear galletas fue algo habitual, pero nadie nunca previo a su nueva versión había llegado a imaginar que añadiendo un simple ingrediente podía crearse un producto único.
En realidad, nadie, ni siquiera su creadora, lo imaginó; pues ella misma dio con este delicioso alimento mientras trataba de salir de un apuro.
Se cuenta que fue Ruth Wakefield quien en el año 1930 cocinaba galletas mientras trabajaba en un hostal de Massachusets; de pronto, se dio cuenta que ya no tenía cacao en polvo para seguir con la receta al pie de la letra.
Para no fallar en su encomienda, Ruth decidió agregar chocolate en trozos esperando que este se uniera a la mezcla.
Esto no ocurrió, pero el resultado obtenido fue mucho mejor de lo que hubiera creído y generó furor, el mismo que hasta ahora mantienen chicos y grandes por las galletas con chispas de chocolate, un producto derivado del ingenio femenino para cumplir y salir adelante.