Francisco Javier Chavolla Ramos, obispo de Toluca y responsable de la Dimensión de la Familia, llamó a todas las mujeres que han llegado a sentirse heridas por el desaliento, la soledad, la ingratitud, los sufrimientos y el cansancio de la vida, a que cobrar ánimo, sabedoras de que todos sus esfuerzos valen la pena.
En una carta publicada en la página de Internet de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) con motivo del Día Internacional de la Mujer, dijo que son admirables los hogares en que la presencia y la fuerza de ellas sostienen no sólo económicamente la vida familiar, sino también el equilibrio emocional y espiritual de sus integrantes.
Planteó que en el devenir de la historia se puede fácilmente apreciar un cambio en los sistemas familiares pues se ha pasado de un modelo tradicional de familia a modelos “atípicos” constituidos de formas muy diversas, donde la mujer ocupa un rol muy particular.
En la familia tradicional, subrayó, el esposo tiene la función de la manutención y la esposa se ocupa de las responsabilidades domésticas y la crianza de los hijos.
Sin embargo, con la entrada de la mujer a la productividad económica muchas trabajan y aportan para la digna sustentación del hogar sin olvidar que las madres solteras, la mujer divorciada, la mujer viuda tienen el doble rol de ser padre y madre a la vez.
Señaló que la Virgen María también vivió el rol de hija, esposa y madre. “Fue la mujer trabajadora, servicial, entregada, atenta, amable, admirable y fiel” y que también en nuestro tiempo encontramos a muchas con esas mismas cualidades y características.
Luego de felicitar a las mujeres en su día Chavolla Ramos oró porque Dios bendiga, cuide y proteja a las mujeres.