Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) advirtieron que si el Congreso local se ciñe a la "armonización" dictada por la federación para todos los estados, en cuanto a la aprobación de las leyes secundarias de la reforma educativa, sus movilizaciones serán aún más radicales que en el movimiento pasado que duró casi tres meses. Esta nueva etapa inicia a partir del lunes próximo.
En conferencia de prensa, al término de su sesión plenaria, el secretario general del nuevo comité del magisterio disidente, Reyes Ramos Guerrero, adelantó que no permitirán que el Congreso del estado apruebe dichas leyes secundarias.
Indicó que las leyes pondrían en riesgo "la gratuidad de la educación", con el cobro de cuotas en las escuelas; los egresados normalistas tendrán que hacer un examen de oposición para tener su plaza de maestro, entre otros puntos.
Durante las movilizaciones pasadas, los docentes, acompañados de organizaciones sociales, realizaron varias marchas, incluso, irrumpieron en las sedes de los partidos políticos y realizaron varios destrozos, al igual que en el Congreso local y en oficinas de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), donde quemaron varios documentos.
El vocero José Ángel Varón Benicio dijo que "la responsabilidad de la educación y sus maestros debe seguir siendo del estado".
A diferencia del movimiento magisterial pasado, que duró casi tres meses, de febrero a mayo de 2013, cuando se movilizaron en un primer momento como CETEG, esta nueva etapa de su lucha será desde principio con el respaldo de las organizaciones agrupadas en el Movimiento Popular Guerrerense (MPG).
No sólo irán contra la aprobación de las leyes secundarias, que incluso antes del lunes, cuando anunciaron su primera movilización, podrían aprobarse en el Congreso local, sino contra otras reformas, como la hacendaria, fiscal, que afectan directamente, consideraron, los bolsillos de los docentes y le pegan al avance de la educación en México.
Ángel Varón recordó que hace un año el Congreso no escuchó al "pueblo", ni lanzaron una consulta para conocer las verdaderas necesidades de la población, y en esta ocasión no permitirán que se tomen esas decisiones "arbitrarias".
