Indígenas del municipio de Acapulco presentarán una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para que se deslinde a una mujer náhuatl de supuesto robo en una tienda de autoservicio ocurrido la semana pasada en plena zona turística.
Romualdo Velázquez González, dirigente de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco (UIRA), denunció que fue la indígena la que sufrió agresión y robo en la tienda de autoservicio Soriana, pues no querían entregarle su compra completa.
El miércoles 19 de febrero la indígena Marta Barrios de la Cruz, originaría de la comunidad de Tlamamacán, del municipio de Mártir de Cuilapa, fue detenida por efectivos policíacos municipales ante la denuncia de la tienda por el supuesto robo de una botella con agua.
El hecho provocó que, dos días después, el presidente municipal de Acapulco, Luis Walton, anunciara la separación del cargo de los policías que detuvieron y esposaron a la mujer.
De acuerdo con Velázquez González, la indígena náhuatl, de 27 años de edad, presentó el recibo donde constaba que había comprado una botella con agua y dos desodorantes, los cuales no le fueron entregados, por lo que se quejó en la tienda departamental hablando en su dialecto, porque no sabe hablar español.
"No le entregaron lo que ella compró. Al salir, como no le dieron sus productos, la paró el policía y comenzó a gritar porque no sabe hablar español; por los gritos la empresa llamó a la policía y la detuvieron. Ella presenta lesiones en su cuerpo", relató.
El dirigente de la UIRA afirmó que hasta el momento ninguna autoridad ha intervenido, ni la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para exigir a la tienda Soriana que dé una explicación de los hechos.
Romualdo Velázquez, precisó que acudirán como agrupación a poner la queja ante la CEDH pues la indígena tiene miedo de posibles represalias en su contra y se mantiene sin salir a la calle.
"Ella tiene miedo, pero vamos a proceder con abogados y traductores. No hay cultura en la policía, que es para cuidarnos. Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, se ve la discriminación, con esto quedó claro", afirmó el dirigente indígena.
La mujer tiene un año radicando en el puerto de Acapulco y se dedica a vender artesanía en la playa y la franja turística.
Según la UIRA, existen más casos de abusos en contra de indígenas vendedores ambulantes, quienes por miedo no presentan denuncia ante las instancias por casos de abusos.
"Las cosas se deben aclarar para que se castigue a quien se debe de castigar. El personal de Soriana que de las pruebas para tener todos los elementos y se esclarezcan los hechos", apuntó el dirigente indígena.
