Ahora existe una impresionante variedad de paletas de hielo, prácticamente para todos los gustos. (ARCHIVO)
En nuestro "Cómo se inventó" del jueves pasado hablamos de alimentos que se inventaron por accidente, haciendo referencia a las papas fritas; esta ocasión, nos referiremos a las paletas de hielo, una idea deliciosa surgida por el descuido de un joven.
Fue en el año 1905 cuando un joven de tan sólo once años de edad, llamado Frank Epperson, dio por accidente con este producto que se volvería tan popular.
Según cuenta la historia, Frank se dedicaba a preparar bebidas refrescantes.
Cierta ocasión, el menor dejó una de las herramientas para fabricarlas dentro de un recipiente que contenía la bebida, pero a la intemperie, durante una noche bastante fría.
Al día siguiente, Epperson regresó a ese lugar con la intención de seguir trabajando, sólo para descubrir que el palito con el que batía el agua para revolver los ingredientes había quedado atrapado en el líquido, que se había congelado debido al clima extremo.
Tras probar el resultado, el joven quedó fascinado y aunque tardó casi veinte años en buscar obtener la patente que lo acreditara como inventor de la paleta de hielo, poco fue el tiempo que este producto tardó en volverse tan popular, particularmente en lugares muy calurosos.
