Luz. La presentación del niño en el Templo o bien los tradicionales tamales, pero el 2 de febrero es una gran fiesta para México.
Este 2 de febrero, los fieles de muchas partes de Latinoamérica ofrecen su devoción y respeto a la Virgen de la Candelaria, en una celebración que presenta diversos tintes dependiendo la región y el país.
Aunque esta fiesta tuvo su origen en la cultura romana, donde la procesión de las candelas formaba parte de la fiesta de las Lupercales, esta celebración se unió a la liturgia de la Presentación de Jesús en el Templo, asociada a los cirios, antorchas y candelas encendidas en las manos de los fieles.
En esencia recuerda al pasaje bíblico de la Presentación del Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, por lo que se acostumbra llevar a bendecir en esta fecha a los Niños Dios de los Nacimientos como un simbolismo de respeto y devoción.
El significado de esta fiesta puede traducirse como la adoración de Cristo la Luz del mundo que viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de Candelaria.
Al continente Americanos llegó de la mano de los primeros habitantes españoles originarios de las Islas Canarias, quienes empezaron a celebrar a esta Virgen aproximadamente en 1497.
En México, el Día de la Candelaria se acostumbra que la persona quien obtuvo el niño oculto en la rosca de reyes, haga una fiesta, tradicionalmente basada en tamales y atole, ambos productos de maíz.
Esta tradición tiene raíces prehispánicas; en muchos pueblos los habitantes llevan a la iglesia mazorcas para que sean bendecidas a fin de sembrar sus granos en el ciclo agrícola que inicia el 2 de febrero, lo cual coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca.
En México también se acostumbra vestir al niño Dios del nacimiento navideño y llevarlo a oír misa, después de lo cual, es colocado en un nicho donde permanecerá el resto del año.
La festividad en honor a la Virgen de la Candelaria venerada en el pueblo de La Candelaria, Coyoacán se ve distinguida por el colorido de sus andas que se remontan a la época prehispánica. Elaboradas con flores naturales sostenidas por una estructura de madera, son su mayor vista de manera folklórica.
En el mundo indígena, el ciclo de la purificación y penitencia inicia con la fiesta de la Candelaria, continúa con el carnaval, la cuaresma y la Semana Santa, es decir en sentido diferente al calendario católico tradicional, que marca el inicio de dicho ciclo con el segundo.
Conforme a la región y el grupo étnico, la celebración tiene determinadas características, así hay quienes lo hacen con bailes populares, fuegos pirotécnicos, procesiones, ferias, música de banda, representaciones teatrales, intercambio de flores y danzas tradicionales.
La tradición prehispánica establecía que se debía llevar tamales cuando se rendía culto a Tláloc, Chalchiuhtlicue y a los tlaloques, quienes derramaban su lluvia sobre la tierra asegurando así buenas cosechas.
Tal festividad se asocia e integra a la celebración católica que también se hace coincidir con la fertilidad de la tierra y los beneficios del agua.
