Autoridades migratorias de Estados Unidos frenaron la deportación de Florida del campesino mexicano Jesús Barrera, indicó la Fraternidad Americana (FA), un grupo defensor de inmigrantes.
Las autoridades aceptaron una moción para reabrir el caso y Barrera será liberado en los próximos días de la cárcel de inmigración del condado de Broward, dijo Nora Sándigo, activista de la FA.
Barrera, de 43 años, originario de San Luis Potosí y quien reside hace 26 años en este país, permaneció una semana en huelga de hambre en la cárcel, señaló la activista.
Jenny Aguilar, pareja de Barrera, se mantuvo tres días en ayuno frente a la cárcel de Krome, al sur de Miami, para llamar la atención de las autoridades de inmigración y del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a fin de impedir la deportación.
“Este gesto de buena fe de las autoridades de inmigración significa también un triunfo para la comunidad inmigrante y marca un precedente debido a que Barrera, ya había sido deportado anteriormente por no poseer un estatus legal en Estados Unidos”, señaló Sándigo.
Barrera, quien no tiene antecedentes penales, llegó a este país a los 17 años de edad, tiene dos hijos nacidos en la Unión Americana, uno de ellos menor de edad.
Esta persona fue detenida por agentes de migración hace unas semanas en su residencia en Homestead, en horas de la madrugada. El caso de Barrera es similar al de cientos de inmigrantes indocumentados.
Se calcula que 11 millones de indocumentados viven en Estados Unidos, por lo que legisladores estudian una reforma a las leyes de inmigración para resolver la situación.
Durante el primer período de Obama, 2009-2012, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) deportó a más de 1.5 millones de indocumentados, 400 mil por año en promedio, y el año pasado la cifra fue de 268 mil 644, 40 por ciento de ellos sin antecedentes criminales.
