Drones en la frontera. Los aparatos utlizados para patrullar presentaron fallas, señala la oficina aduanal.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos suspendió ayer los vuelos de vigilancia fronteriza de sus aviones no tripulados, luego que uno de sus aparatos se estrelló en costas de California.
Los operadores remotos del avión en Sierra Vista, Arizona, detectaron la víspera que la nave tenía un problema y sería imposible regresarla a la base, por lo que la dejaron caer en el Océano Pacífico, unos 30 kilómetros al suroeste de San Diego, precisó la CBP en un comunicado.
LAS NAVES EXPERIMENTAN FALLAS
"Mientras realizaba un patrullaje en la costa del sur de California, la aeronave no tripulada (UAS), una variante marina del Predator B, experimentó una falla mecánica", indicó el vocero de la CBP, Michael Friel.
"Los operadores determinaron que el UAS no estaría en condiciones de regresar a donde se originó su vuelo en Sierra Vista, Arizona, por lo que pusieron la aeronave en el agua", agregó. Aunque aún se desconoce la causa de la falla mecánica, la CBP ordenó "en un exceso de precaución" que el resto de la flota de sus aviones no tripulados permanezca en tierra, informó.
Antes del accidente de este lunes, la flotilla de la CBP estaba integrada por 10 aviones UAV Predator, usados todos en la vigilancia de las fronteras y las costas limítrofes estadounidenses.
La agencia usa dos modelos de aviones no tripulados, que pueden permanecer en el aire hasta por 20 horas.
La versión para vuelo sobre tierra Predator B tiene un costo de 18.5 millones por unidad y la versión Guardián para vuelos sobre el mar cuesta 20.5 millones de dólares.
En el año fiscal 2012, lo aviones no tripulados ayudaron a los esfuerzos para interceptar más de 26 mil kilogramos de marihuana y otros narcóticos.
