Pena de muerte. En la Unidad Carcelaria Polunsky, en Livingston, al noroeste de Houston, Edgar Tamayo Arias, ha perdido la esperanza de evitar que se le aplique la pena de muerte.
Morelenses residentes en Estados Unidos y Canadá pidieron a las autoridades mexicanas y organizaciones no gubernamentales continuar con los esfuerzos para frenar la ejecución, a través de inyección letal, de Edgar Tamayo, el próximo miércoles.
El presidente de la Confederación de Asociaciones de Morelenses de Estados Unidos y Canadá, Pablo Antonio Castro, en un comunicado indicó que la campaña "Salvemos a Edgar de la pena de muerte" inició en Estados Unidos en noviembre y se ha expandido enormemente a México y otros países.
La finalidad es que el gobierno de México y las organizaciones internacionales de derechos humanos sigan insistiendo ante las autoridades de Texas para lograr librar del pabellón de la muerte al morelense Edgar Tamayo, mencionó el activista.
"Mantendremos firme nuestra fe, confianza y postura absoluta de seguir apoyando a Edgar Tamayo a través de nuestra campaña internacional Salvemos a Edgar" , agregó Castro Zavala.
Señaló que ya han enviado cartas al líder del Senado, Harry Reid, así como al Congreso estadounidense para solicitarles encarecidamente su intervención en este caso, que ha atraído la atención de instancias internacionales y multilaterales de derechos humanos.
"El propósito de este movimiento es lograr que las autoridades del estado de Texas y la Suprema Corte Justicia de Estados Unidos aplacen la ejecución programada para el día 22 de enero de 2014" , remarcó.
De esta forma, las abogadas de Tamayo tendrían tiempo de agotar todos los recursos y medios posibles de defensa, "con la esperanza de salvar su vida y obtener posteriormente su ansiada libertad" , recalcó Castro Zavala, quien ha dado seguimiento a este caso desde hace casi 18 años.
El migrante morelense Edgar Tamayo originiario de Miacatlán, Morelos, México, se encuentra recluido en la prisión Unidad Polunsky ubicada en Livingston, Texas, desde el 31 de enero de 1994 acusado de haber matado al policía Guy Gaddis en la ciudad de Houston.
De acuerdo con el reporte policiaco, el morelense fue detenido en estado de ebriedad junto a su amigo ocasional Jesús Mendoza tras haber cometido un delito menor.
Después fueron trasladados a la cárcel regional de San Jacinto. En el trayecto el policía Gaddis se detuvo en una caseta a realizar una llamada telefónica, pero al abordar nuevamente su patrulla presuntamente fue ejecutado.
La asociación de morelenses afirmó que durante el juicio hubo varias inconsistencias, además de no haber sido informado de sus derechos consulares, de acuerdo con el artículo 36 acordado en la Convención de Viena en 1963, lo cual fue considerado injusto.
Tamayo es uno de los 51 mexicanos sentenciados a la pena de muerte en Estados Unidos, los cuales fueron amparados por el fallo de la Corte Internacional de Justicia para efecto que sus casos fueran revisados, pero hasta ahora dos de ellos lamentablemente ya han sido ejecutados, indicó la agrupación civil.
Mandan cartas
El despacho del gobernador de Texas, Rick Perry, en Austin, y la oficina de la Junta de Perdones y Libertad Condicional del Estado de Texas, están llenas de miles de cartas, que piden en todos los tonos evitar la Ejecución de Edgar Tamayo Arias, prevista para el miércoles 22 de enero.
Entre los firmantes se encuentran el secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade Kuribreña; el embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora; el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plasencia y el gobernador de Morelos, Graco Ramírez.
También han enviado misivas la Corte Internacional de Justicia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte.
Destaca el caso de Amnistía Internacional que la semana pasada envió un paquete de 17 mil 500 cartas recolectadas en 52 países (incluyendo México, Estados Unidos y España), donde también se pide detener la ejecución.
