Si el conflicto de Michoacán no termina e inicia un éxodo de familias hacia esta entidad, Colima enfrentaría “un serio problema y un cuento de nunca acabar”, señaló el secretario estatal de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar Velasco.
El funcionario hizo esta declaración al comparecer ante el Congreso del estado, con motivo de la glosa del cuarto informe del gobernador Mario Anguiano, donde señaló que ello se debe a los índices de pobreza extrema y de carencias que se registran aquí.
“Michoacán nos preocupa y nos ocupa a todos para que haya una pronta solución, pero si ese tipo de conflictos no terminan e inicia un éxodo de gente que se viniera, nos metería en un señor problema y sería un cuento de nunca acabar”, reiteró.
Aclaró que en caso de registrarse la llegada de más familias de Michoacán, “por supuesto habría la disposición del gobernador para ayudarlos en lo elemental, pero tampoco podemos alentar que se vengan a establecer a nuestra entidad, porque los datos ahí están y son crudos, sobre los que tenemos aquí en pobreza extrema o con carencias”.
En ese contexto, dijo apostarle “a que haya una solución pronta, y que los programas oficiales que le corresponden al gobierno federal aplicar, lo hagan allá en Michoacán, para que atiendan a la gente en el lugar donde viven, en su lugar de origen”.
Previamente, aseveró que Colima enfrenta pobreza extrema y carencias en varios municipios, especialmente en Tecomán, único de la entidad incluido en la Cruzada Nacional contra el Hambre, y que está dando cobijo a familias que han llegado de Michoacán.
“Aún tenemos mucho por hacer, pero hemos avanzado identificando localidades y zonas prioritarias que concentran a la población con mayor rezago social, por lo que los retos más importantes para este año, son reducir la pobreza extrema, mejorar los niveles de ingreso, y sobre todo, que en las familias colimenses no haya hambre”, dijo.
