Cuenta una hermosa historia que "Un día, Dios bajó a la tierra en forma de mendigo, llegó a casa del zapatero y le dijo: -Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, no tengo ni una sola moneda, quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando.
-Yo soy muy pobre-respondió el zapatero- y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir ¡y nadie viene a dar!
-Yo puedo darte lo que tú quieras -contestó el Señor.
-¿Dinero inclusive?-Inquiere el zapatero.
-Yo puedo darte diez millones de dólares, -dijo el Señor- pero a cambio de tus piernas.
-¿Para qué quiero diez millones de dólares? si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente.
Entonces el Señor replicó:
-Está bien, te podría dar cien millones de dólares, a cambio de tus brazos.
El zapatero contestó:
-Para que quiero yo cien millones de dólares, si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos.
Entonces el Señor le dijo:
-En ese caso, yo te puedo dar mil millones de dólares a cambio de tus ojos.
El zapatero respondió asustado:
-Para que me sirven mil millones de dólares si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean.
Entonces el Señor le dijo:
-¡Ah!, hermano mío, ya ves que fortuna tienes… ¡y no te das cuenta!"1
La moraleja es profunda, sólo es necesario hacer la cuenta despacito, para que veas que eres un ser bendecido, con una fortuna incalculable: La vida, la salud, la familia, el amor, el trabajo, los amigos…
Lo increíble de ello, es que son bienes que no se venden en ningún supermercado, son derechos inalienables a ti, como ser humano, que te recuerdan que tienes una parte de Dios en tu alma, un brillo divino que habita en tu interior.
Sólo requieres tomar conciencia de ello, y darte el permiso de fluir con el universo, para vincularte con tu naturaleza divina, con tu Ser superior; es decir contigo mismo, para que brote esa creatividad que te lleve a valorarte, a conocerte, a amarte y respetarte, a saber… hacia dónde vas en la vida.
"Si logras unir tu mente a tu corazón… serás una buena persona; si logras unir tu corazón a tu mente… serás un iluminado."2 Ser iluminado, es que sepas que en ti hay una parte divina, que reconozcas cuál es tu misión en el universo, y la honres, que la pongas en marcha sirviendo al prójimo.
La vida es una escuela, en la que toda alma que se topa contigo en el camino, -las buenas y las perversas-, llegan a ti para ayudarte a evolucionar y crecer, para despertar tus poderes y sacar el gigante que vive en tu interior, que te conduzca a disfrutar la suave tersura delas pequeñas cosas, esas que le dan una renovada traza a la aventura que empieza con el nuevo día, enseñándote que sólo tú estás a cargo de tu felicidad.
Con tu ser en plenitud, aprende a disfrutar cada instante, -los buenos y los no tan buenos-, pues de eso está construido el camino, de instantes; recuerda que tu vida es una obra en proceso de mejora, ¡Ah! y ten la capacidad de depositar suficiente amor, paz, felicidad y bendiciones en tu corazón, pues es la fuente primaria de tus emociones, de donde aflora tu creatividad y tu vida.
"El hombre es el único animal que ríe y llora, porque es el único que percibe la diferencia entre lo que las cosas son y lo que deben ser."3
A propósito de reír, un viejecito va a consulta con eldoctor.
-¡Vengooo! a que me shaque los dientes.
-Creo que se ha equivocado Señor, en primer lugar, yo soy cirujano ¡No dentista! y en segundo lugar, usted no tiene dientes.
-Shiii doctor, preshishamente de un inshee susto…¡Me los acabo de tragar!
1http://www.laredcantabra.com/anesantander/reflexiones/r-zapateropobre.html
2.http://mensajesdelaluz.blogspot.mx/2012/03/siempre-estare-tu-ladoayudandote.html
3.Henry Stuart Hazlitt
www.filosofoguemez.mx
