Agua. Las pipas de agua llenan hasta el borde los camellones, aunado al agua que utilizan los ‘lavachoches‘ que ahí trabajan, se forman encharcamientos.
Luce deteriorada la Alameda Zaragoza de Torreón, no funciona la fuente y ya se han robado partes metálicas, según comerciantes del lugar. Además proliferan los rayones en bancas y esculturas.
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y un paseo público que reúne a cientos de familias no está en las mejores condiciones, son pocas las bancas que se escapan al grafiti, algunas con mensajes obscenos y otras con palabras indescifrables.
Alejandra Ortiz, quien pasó unos días de vacaciones en Torreón, dijo que van a tomarse fotos a la Alameda, para subirlas a las redes sociales, pero asegura que dista mucho de ser un lugar turístico.
“Por todos lados hay pintas de los muchachos, por más que muevas las fotos salen atrás. Siempre cada año venimos y está igual, ni modo nos tomamos las fotos en el mismo lugar aunque esté descuidado”.
Pese a la custodia constante de elementos de la Policía Municipal en puntos como la Fuente del Pensador, el grafiti llega hasta las esculturas y hasta el robo de placas en la Calzada de los Escritores, que en reiteradas ocasiones se ha señalado, sin que haya cambio al respecto.
Destaca la irregularidad del piso, pues hay pozos y áreas dañadas que representan un riesgo para quienes transitan por ahí, en puntos cercanos a las canchas y cerca de los juegos mecánicos hay huecos y hasta pedazos sueltos.
Además, por las noches hay una cantidad importante de visitantes que se reúnen en los pastos y juegos de la Alameda, pero no todas las luminarias funcionan, incluso hay algunas que tienen los cables por fuera. Por lo que es común ver que los niños tropiezan y hasta los adultos que no ven los huecos en el suelo.
Aunado a las fallas y vandalismo en la Alameda, uno de los comerciantes denunció que las pipas de agua que llegan a regar los camellones donde están las palmas, plantas características del lugar, dijo que las riegan hasta que el agua se sale de los cordones. “Yo les he dicho que tiran el agua y dejan charcos adentro de los camellones”.