José y María estaban en el portal de Belén con el Niño Jesús recién nacido.
Llegaron los pastores a adorar al Niño. Guiados por la estrella llegaron también los Reyes Magos.
Le dijo San José a María:
-Afuera están los reyes y los pastores. Piden tu permiso para entrar a ver al Niño. ¿A quiénes hago pasar primero?
-A los más importantes, por supuesto -le respondió la Virgen.
José salió y regresó trayendo consigo a los reyes. Dulcemente, en voz baja, lo reprendió María:
-Te equivocaste, José.
¡Hasta mañana!