-Señor -preguntó Adán-. ¿Por qué hiciste la parte posterior de la mujer más grande y más abundante que la mía?
-Es muy sencillo -le explicó el Creador-. Las proporciones de esa parte de la anatomía femenina están cuidadosamente calculadas, a fin de que sirvan de contrapeso cuando la mujer quede embarazada y deba llevar en el vientre a su futuro hijo. Diseñado y construido así, el cuerpo de la mujer guardará un perfecto equilibrio, ya que el peso de su vientre será compensado por el de su parte posterior. Gracias a ese cálculo la mujer encinta no deberá esforzarse por mantener la vertical.
-¡Caramba! -exclamó Adán entre sorprendido y desilusionado-. ¡Yo pensé que eso era cosa de belleza, y resulta que es cuestión de ingeniería!
¡Hasta mañana!